» Directores de cine destacan labor de los guionistas mexicanos

Aunque para muchos la función de los escritores cinematográficos es sólo la de escribir una historia que luego será hecha película por un director, hay quienes opinan que está labor va más allá, toda vez que se trata de la semilla, del núcleo de una obra.
El guionista de “Nosotros los Nobles”, Patricio Saiz, expuso que si bien en ocasiones los reconocimientos pueden estar dirigidos hacia los directores de una película, depende del talento, ingenio y creatividad que realice el guionista para destacar, pues hay casos como el de Guillermo Arriaga, cuyo trabajo como escritor cinematográfico sorprende a cualquiera.
“Una cosa interesante del guionismo es que finalmente tiene una parte literaria, en el sentido de que hay que saber contar una historia, construir personajes, por lo que el escritor debe tener una formación cinematográfica para saber cómo se van a filmar las cosas, cuánto van a costar y cómo se van a utilizar los recursos”, comentó a propósito del trabajo que desarrollan los escritores cinematográficos.
Bajo ese tenor, Saiz, quien se desempeña como docente del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), puntualizó que la labor de los guionistas es más complejo que sentarse y teclear, “porque hay que tener muchas cosas claras y pensar ya en el término como un producto, una película, algo que será exhibido”.
Tras mencionar que tampoco el trabajo de los escritores cinematográficos debe verse como el todo, señaló que en México existe una carencia de profesionalización, de ahí que algunas películas mexicanas no tienen el éxito o la cercanía con el público, pues se trata de guiones que se trabajan poco y que quien los escribe no es un guionista profesional.
En ocasiones, apuntó, “se cree que con la dirección o los actores y la campaña de publicidad se sostendrá la cinta, pero está comprobado que se necesitan de buenas historias, buenos guiones, para conectar con el público”.
En este sentido, el cineasta Arturo Ripstein señaló que el problema no es tanto de las buenas historias o los buenos guiones, sino que no hay auditorio, público ni gente. “Me ha pasado que me dicen sus películas son complicadas y yo digo: No es culpa de mis películas sino que no hay público que vaya a verlas”, anotó.
Respecto a si el problema es que no hayan buenos escritores, indicó que sí los hay, pero que muchos, sin lugar a duda, intentan o quisieran hacer producciones como las de Hollywood y pues no funcionan.
Contrario a ello, el director de cintas como “El castillo de la pureza” y “Cadena perpetua”, entre otras, sostuvo que él siempre ha tenido la fortuna de contar con buenos escritores para sus películas, como en el caso de su esposa, Paz Alicia Garciadiego, “pero, insisto, el problema del cine mexicano sigue siendo el no tener público”.
La actriz Arcelia Ramírez coincidió con Ripstein, pues dijo que en este país se están contando buenas historias pero falta la creación del público pues éste constantemente está bombardeado de publicidad que los lleva a acercarse al cine norteamericano.
“Creo que hay un problema de distribución de las buenas historias, yo no creo que haya una carencia de originalidad o de buenos guiones e historias atractivas, complejas y conmovedoras. Hay un enorme talento y películas magnificas que desgraciadamente no tienen los recursos para ser publicitadas”, subrayó.