» Calderón a la caza de los “halcones”

El presidente Felipe Calderón Hinojosa envió al Senado de la República y a la Cámara de Diputados dos iniciativas de ley para fortalecer el combate a la delincuencia organizada.

La que llegó al Senado establece condiciones para sancionar, por primera vez en el Código Penal Federal, a los llamados “halcones”, es decir, a quienes fungen como vigías de la delincuencia organizada y avisan, a través de radios o de cualquier otro método, de operativos o de la presencia de sicarios de las bandas rivales.

Este es sin duda una nueva modalidad de delito que se tipificará como “facilitación de delincuencia” y se seguirá como parte de la cadena de lo que se denomina delincuencia organizada.

Es decir, lo que antes no se podía seguir ni castigar ahora tendrá un marco jurídico adecuado para hacer punible la participación de estos llamados “halcones” que efectivamente forman parte de las bandas criminales que azotan a gran parte del territorio nacional.

La iniciativa enviada a los diputados tiene por objeto fortalecer el sistema penitenciario federal, ese que tan mal ha quedado desde la fuga del “Chapo Guzmán”, a pesar de tratarse de penales de “alta seguridad”.

Las iniciativas suenan bien, se ven mejor, solo falta que los diputados y senadores piensen igual y crean que la aprobación de estas leyes es algo que le urge al país.

Nomás para aclarar paradas, la Secretaría de Gobernación envió ayer un comunicado al Instituto Federal Electoral para aclararle que carece de facultades para sancionar a Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, por externar sus opiniones políticas.

Y es que como recordará Marcelo Ebrard y el PRD presentaron una queja formal en contra de Valdemar luego de que éste criticara la decisión de legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y de permitir la adopción por parejas homosexuales.

Evidentemente habrá que esperar la reacción del jefe de Gobierno y del PRD, que nomás no se van a dejar callar.

Otra vez el Canal de la Compañía agarró dormidos a los encargados “de vigilarlos”, como prometieron el gobierno estatal y el federal hace un año.

Lo cierto es que la filtración comenzó desde las cinco de la tarde, luego de un aguacero que azotó la zona oriente del estado de México.

Para las seis de la tarde, la inundación era evidente en las faldas del Cerro del Elefante, por donde cruza el canal, aunque aún no tocaba la cinta de la autopista México-Puebla.

Siete horas después ocurrió la inundación de la autopista y de las casas construidas al pie del canal.

El año pasado, el gobierno estatal otorgó ayuda hasta por 20,000 pesos a las familias que perdieron sus muebles; ¿ahora?

Y eso que fue una lluvia atípica, con el comportamiento típico de los (i)responsables.