» Urgen a establecer manejo adecuado de residuos electrónicos en el país

Durante 2014 se generaron 358 mil toneladas de residuos electrónicos en México, por lo que urge realizar una actuación conjunta para su manejo adecuado, aseguró la directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Amparo Martínez Arroyo.

Al inaugurar el foro sobre el ciclo productivo del reciclaje de residuos electrónicos en México, explicó que esa tribuna pretende propiciar la interacción entre los sectores involucrados.

Destacó la importancia de que se incluya en la producción y uso de los aparatos una política de reciclaje y desecho al final de su vida útil, a fin de que esa acción se convierta en una cadena virtuosa y no algo que a largo plazo se vuelva un problema mayor.

Durante el encuentro se firmó un Acuerdo de Colaboración entre el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático y la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información.

El objetivo de dicho convenio es intercambiar información para realizar estudios que permitan emprender acciones en concreto para cumplir el programa sectorial de medio ambiente y buscar medidas en las que se incluyan materiales menos riesgosos en aparatos eléctricos y electrónicos.

A su vez, el director General de Fomento Ambiental, Urbano y Turístico de la Semarnat, Carlos Sánchez Gasca, enumeró algunos ejemplos de cómo los aparatos o componentes electrónicos impactan el medio ambiente.

El funcionario de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destacó, por ejemplo, que en la producción de un microchip se requieren de 35 a 40 litros de agua.

En cuanto a los padrones actuales del consumo de aparatos eléctricos y electrónicos, estimó que por cada habitante se colocan en el mercado 13 kilogramos de esos aparatos.

Sánchez Gasca señaló que para 2018 habrá casi 1.4 dispositivos móviles por habitante en el planeta, por lo que se pronunció para que en las conclusiones del foro se logre la definición del costo-beneficio de las acciones que se requieren para asegurar el aprovechamiento máximo de los residuos electrónicos, el reciclaje y la reutilización de los materiales.