» Cárteles mexicanos en India: su huella y el potencial mercado de precursores químicos

Atrás quedaron los años en los que el tráfico de marihuana y goma de opio era el principal negocio de organizaciones delictivas que, poco a poco, lograron ascender a la cúpula del narcotráfico en México.

Si bien dichos narcóticos continúan figurando dentro de sus meticulosas redes de contrabando, el inminente cambio dentro del mercado internacional ha llevado a grandes cárteles a incursionar en un negocio más rentable y lucrativo: las drogas sintéticas.

Con efectos más potentes y un costo de producción más bajo, el tráfico de estupefacientes -como los opioides o las anfetaminas- ha hecho que organizaciones delictivas adquieran millonarias ganancias, no obstante, su consumo también ha dejado a su paso graves consecuencias.

Un claro ejemplo es la crisis de salud pública que actualmente enfrenta Estados Unidos, en donde el fentanilo ha dejado más de cien mil muertes por sobredosis en los últimos años.

Las autoridades del país de las barras y las estrellas se han dado a la tarea de rastrear toda la cadena de suministro, producción, tráfico y distribución que cárteles mexicanos emplean para traficar el letal opioide sintético a su territorio.

Aunque las investigaciones del Departamento de Justicia y la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) apuntan a China como el principal proveedor de precursores químicos para la fabricación de los narcóticos, diversos episodios han dejado al descubierto el interés que miembros de organizaciones delictivas tienen en otro importante país ubicado al sur del continente asiático.

La huella de cárteles mexicanos en la India

El pasado lunes 12 de febrero, a través de sus redes sociales la Oficina de Control de Narcóticos (NCB) de la India informó que, derivado de múltiples trabajos de investigación, lograron desarticular lo que calificaron como un cártel internacional de la droga.

Personal de la dependencia india desplegó un operativo en la ciudad de Ludhiana municipio de Punjab, en donde lograron ubicar un laboratorio clandestino, de acuerdo con reportes de la cadena de noticias ANI News.

De acuerdo con el comunicado oficial emitido por la NCB, la organización transnacional del tráfico de drogas operaba en Delhi, Rajasthán, Punjab y Dubai, además de que entre sus agentes se encontraban ciudadanos indios, mexicanos, canadienses y británicos.

El operativo se suscitó después de que personal de la dependencia india incautó en Delhi 2 mil 946 kilos de metanfetamina y arrestó en Jaipur a dos expedidores de paquetes, quienes confesaron a las autoridades que seguían las instrucciones de un encargado extranjero para enviar los cargamentos a Australia.

Tras rastrear el origen de los paquetes, agentes indios ubicaron la fuente de las drogas en Punjab, específicamente en la ciudad de Ludhiana y otros distritos fronterizos del municipio. Fue así como lograron encontrar el laboratorio clandestino, en donde incautaron diversos precursores químicos utilizados en la producción de metanfetaminas, además de 5 kilogramos de pseudoefedrina.

Respecto a los ciudadanos mexicanos detenidos, la NCB detalló que llegaron a la India en noviembre de 2023 y que su rol dentro del cártel era el de ser los químicos encargados de la producción de las drogas, es decir “cocineros”.

Aunque el informe de la CNB no detalla a qué organización delictiva pertenecen los ciudadanos mexicanos detenidos, investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos señalaron en años anteriores a la firma india Punjab Chemicals and Crop Protection -con sede en el mismo municipio indio donde se llevó a cabo el operativo- de proveer precursores químicos al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a través de un empresario originario de Michoacán llamado Javier Algredo Vázquez y su hermano Carlos, quienes trabajaron para Nemesio Oseguera Cervantes al menos hasta 2021.

“Carlos Algredo Vázquez, de 57 años y Francisco Pulido Coracero, de 65, utilizaron empresas aparentemente legítimas en México y Estados Unidos para adquirir sustancias químicas como metilamina y nitroetano, ácido fenilacético, tolueno y acetona de empresas de China, India y otros lugares. Supuestamente importaron los químicos a México y los proporcionaron al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y otras organizaciones narcotraficantes mexicanas para fabricar metanfetamina destinada en última instancia a ser importada a Estados Unidos”, se lee en una acusación que hizo pública el Departamento de Justicia en febrero de 2023.

Serán las autoridades del país asiático las que determinen la situación jurídica de los tres mexicanos detenidos en Ludhiana, no obstante, trascendió que ésta no es la primera vez que connacionales son aprehendidos por delitos similares en la India.

En 2018, autoridades del país asiático dieron a conocer cómo un egresado de la Universidad Davi Ahilya llamado Mohammad Sadiq puso sus conocimientos y habilidades en química al servicio de otra gran organización delictiva de México: el Cártel de Sinaloa.

Investigaciones de la Dirección de Inteligencia de Ingresos (DRI) describieron que el químico instaló un pequeño laboratorio clandestino en Indore desde donde sintetizaba materiales sintéticos para fabricar fentanilo, el cual era enviado a través del departamento postal de la India.

El vínculo entre Mohammad Sadiq y el cártel que actualmente encabeza Ismael El Mayo Zambada fue el sinaloense Jorge Solís, quien viajó hasta el país asiático para supervisar personalmente la fabricación del fentanilo. Si bien su lucrativo negocio prosperó durante algunos meses, una llamada anónima desde México advirtió a autoridades indias sobre los nexos con el Cártel de Sinaloa y el pequeño laboratorio clandestino instalado en Indore.

Las investigaciones realizadas por el DRI llevaron a la detención tanto de Mohammad Sadiq como de su cómplice mexicano que aún se encontraba en la India. Autoridades del país asiático también lograron el aseguramiento de 10.91 kilogramos de clorhidrato de fentanilo.

La India y su potencial mercado de precursores químicos

El interés que cárteles mexicanos han demostrado tener en la India lo ha llevado a ser considerado como el segundo país de origen más común de los precursores químicos regulados usados para la fabricación de drogas sintéticas.

De acuerdo con un informe realizado por InSight Crime en 2023, la explicación radica en que la industria farmacéutica del país asiático se encuentra entre las quince más grandes del mundo en términos de ventas mundiales y producción química.

Pese a que China continúa encabezando la lista de proveedores de precursores químicos de cárteles mexicanos, las empresas farmacéuticas indias tienen un gran potencial para crecer debido a la falta de normativas nacionales relativas al fentanilo y sus precursores, así como al comercio ilícito.

“Las sustancias que son cada vez más difíciles de producir en China debido al endurecimiento de la normativa pueden obtenerse en India o transitar por su territorio. A diferencia de China, las empresas indias que comercializan estas sustancias no parecen formar parte de un mercado gris. Más bien, forman parte de un mercado químico y farmacéutico legal que es vulnerable a las desviaciones”, se lee en el informe de la fundación dedicada al estudio e investigación de amenazas para la seguridad nacional en América Latina y el Caribe.

India produce una gran cantidad de fentanilo para fines médicos y puede comprarse al por menor en farmacias con receta médica, sin embargo, en un informe desclasificado de 2020 la DEA advirtió que el país asiático se está convirtiendo en una fuente del opioide sintético en polvo y de precursores químicos.

El informe de InSight Crime también apunta que resulta complicado cuantificar la producción india que se desvía a la cadena de suministro de drogas pues las cantidades de metanfetaminas y precursores asegurados parecen estar relacionadas con el comercio regional y en su mayoría contienen efedrina, un elemento químico que ya no es utilizado en la producción masiva de anfetaminas en México.

Episodios como las detenciones de mexicanos en la India han dejado al descubierto el interés que organizaciones delictivas tienen en su industria farmacéutica para continuar haciendo de las drogas sintéticas su millonario pero lucrativo negocio.

(milenio.com)