» Playa Bonfil, icono en Guerrero para practicar surf

Acapulco.- La zona turística de Alfredo V. Bonfil, además de ser famosa por su platillo de pescado a la talla, su puesta de sol, también es considerada como un icono para practicar el surf, ya que sus olas son ideales para expertos y principiantes.

En este pueblo turístico, ubicado en la zona Diamante de Acapulco, niños y jóvenes toman la tabla de surf y se lanzan a desafiar el alto oleaje.

Entre los turistas que llegan a Playa Bonfil, algunos buscan además de nadar, experimentar el surf y rentan una tabla en 200 pesos por una hora.

El alto oleaje que se registra por el fenómeno mar de fondo, es aprovechado por los surfistas expertos, quienes se introducen al mar en la mañana o en la tarde, aunque también recomiendan esperar a que la marea esté baja porque las olas son mejores.

Víctor Pérez, quien tiene siete años surfeando, señala que está actividad, además de ser un deporte extremo, para él es un estilo de vida y es su pasión.

Durante una entrevista realizada en el interior de su negocio “Bonfil Surf School y Shoop”, Víctor, profesor de educación física, también da clases de surf durante las vacaciones, cuando turistas , desde niños y jóvenes, lo buscan para aprender durante una hora este deporte.

Sentado ante una mesa de madera, Víctor talla con cera su tabla para surfear, en su preparación para meterse al mar y, como dicen los surfistas, “pegarle un rato a playa”.

“Tenemos una escuela de surf aquí en Bonfil, y tengo cuatro años dando clases, pero en el surf ya llevo siete años y he participado en torneos”, dijo.

Reconocido como precursor de la juventud en este deporte, Víctor ha participado en concursos juveniles y también ha apoyado la organización de torneos de surf.

Afirma que Bonfil es famosa por sus mejores olas. “Vivo de esto y es lo que me gusta hacer, he tenido experiencias y vivencias al momento de surfear en las olas de playa Bonfil”, expresa.

Dentro de sus experiencias como surfista le ha tocado en el mar surfear con delfines y relata que una tarde que surfeaba solo y esperaba una ola, vio como un tiburón grande lo rodeaba, por lo que en ese momento tuvo que dejar que la ola pasara y se quedó inmóvil por unos minutos.

Comenta que es más constante nadar con delfines, incluso al momento de surfear, lo han acompañado.

“Surfear es un deporte extremo porque uno arriesga la vida”, señala Víctor Pérez durante la entrevista y detalla que antes de meterse al mar tiene que llenarse la tabla de cera antiderrapante para no caer al momento de esquivar las olas.

Durante las vacaciones, Víctor es buscado para dar clases a un grupo de 10 de alumnos provenientes del Distrito Federal, así como niños de 8 a 15 años, hombres y mujeres y en ocasiones extranjeros, aunque este sector ha disminuido en comparación a años anteriores.

Recomienda que para surfear hay que usar la tabla adecuada bien encerada, de acuerdo con la experiencia de la persona, así como la cuerda de seguridad, para no sufrir accidentes, e incluso una buena condición física.

“Enseñamos las cosas básicas como aprender a pararse en la tabla, a correr la ola, y con el tiempo se va agarrando más experiencia y que tabla sea la adecuada. “Dependiendo de la actitud de la persona por aprehender, a veces con una clase ya está surfeando bien y corriendo en las olas”, dice.

Explica que hay tablas que tiene un costo de los 5 mil a 8 mil pesos, pero en ocasiones los jóvenes utilizan tablas usadas que tienen un costo de mil hasta mil 500 pesos.

Señala que las tablas nacionales son con precios accesibles para el surf en comparación a la marca americana, pero Víctor dice que se queda con su tabla que tiene el logotipo de Bonfil, que se ha convertido en un icono para este deporte extremo.

Muestra tablas de surf para principiantes, intermedios y expertos, y detalla que algunas tienen altura de 5 metros que es para un nivel avanzado, así como tablas anchas especiales para flotar porque son ideales para principiantes debido a que mantienen una estabilidad en las olas y se pueden parar.

Recuerda que una visita que hizo a Sayulita, en Nayarit, le ayudó a tomar la idea de un amigo para instalar su tienda con artículos de surf, así como a la impartición de clases de ese deporte.

Víctor dice que prefiere dar clases y dar a conocer su experiencia como surfista a otras personas, que participar en campeonatos.

“Enseñar a surfear lo hago porque es mi pasión, por amor al arte”, y señala que playas como Bonfil, Princess y Revolcadero son las ideales para practicar este deporte extremo.

Por la mañana y en la tarde, con un escenario de la puesta del sol, la playa Bonfil vuelve a tener sus olas idóneas para “pegarle a la tabla”.

Mario Dillanes es un aficionado al Surf, llegó hace cuatro meses al puerto de Acapulco, vino de vacaciones procedente de Cabo San Lucas y se quedó a vivir en la colonia Bonfil. Todas las tardes, alrededor de las 18:00 horas, toma su tabla de surf y se mete a aprovechar las olas.

Dice que las olas de playa Bonfil son buenas para practicar este deporte extremo y más aún cuando lo hace con un buen atardecer, pero este deporte extremo también es combinado para el rescate de personas en el mar.

Tal es el caso de Víctor Mariche Candela, quien es salvavidas voluntario y con su tabla de surfear, además de dar clases, también ha salvado algunas personas.

Habitante del poblado de Bonfil, Mariche Candela dice que tiene nueve años trabajando como salvavidas voluntario, y desde los 10 años ha practicado el surf.

“Combinar el surf con la actividad de salvavidas te ayuda en tu resistencia para aguantar el fuerte oleaje con la víctima… me ha tocado salvar a personas cuando estoy surfeando”, comenta.

Emanuel Gómez, turista proveniente del Estado de México, afirma que es la primera vez que se sube a una tabla de surf, pues dice “que está complicado, pero a la vez divertido”.

Durante su práctica tuvo un pequeño accidente al momento de que la ola lo sacó del mar, su tabla se rompió. “Me lancé a la aventura, me cobraron 200 pesos para estar con la tabla todo el día, recibí varios golpes por el oleaje”, afirma.