» 90% de quiénes cometen suicidio presentaron signos de alerta: Ibero Puebla

Al menos, 90% de las personas que se suicidaron presentaron señales de alerta como despedidas, hablar sobre un plan o regalar las posesiones; sin embargo, las manifestaciones suelen recibir respuestas con frases como “quién quiere matarse no lo dice”.

Quetzalcóatl Hernández Cervantes, coordinador del Doctorado en Investigación Psicológica de la Universidad Iberoamericana Puebla, resaltó que una primera realidad sobre el suicidio se relaciona con que no existe una razón determinante para que una persona decida quitarse la vida.

“Las posturas epidemiológicas aseguran que este acto no es un trastorno que pueda diagnosticarse; por lo tanto, ocurre tras la configuración de una serie de eventos vitales. La información clara y la comunicación sin tabúes son fundamentales para prevenir una problemática que cobró medio millón de vidas durante el primer año de pandemia”, comentó.

Estos son factores de alerta para detectar deseos de suicidio

Entre los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de conductas autolesivas se encuentran: personalidad hermética, temperamento impulsivo y estilos poco sanos de afrontamiento de la realidad. En contraste, los factores de protección como la cohesión familiar, la personalidad flexible y el afrontamiento de adversidades con inteligencia contribuyen a minimizar las intenciones suicidas.

“La prevención del suicidio tiene que ver desde cambiar el esquema de que no hay causas, construir masculinidades y feminidades, y fomentar que aprendamos estas cosas. El suicidio es un problema de salud poblacional”, expresó el investigador.

El suicidio ocurre mayormente a temprana edad

La edad promedio en la tasa de suicidios oscila entre 15 y 22 años, y por cada mujer que se quita la vida lo hacen cuatro varones; además, existen relaciones importantes con el consumo de sustancias, ya que las personas dependientes del alcohol tienen diez veces más riesgo de atentar contra su integridad, añadió el especialista.

Quetzalcóatl Hernández Cervantes, quien es presidente de la Asociación Mexicana de Suicidología, resaltó que la mejor opción para frenar un intento de suicidio es la psicoterapia y la medicación con las personas.

“Sin duda se presenta una falta de acceso a atención especializada; y hay una satanización de los tratamientos farmacológicos. El antidepresivo no te va a hacer sentir bien. Tiene como función principal que no te sigas hundiendo en la depresión”, resaltó.

Por otra parte, el investigador de la universidad poblana resaltó la importancia de la atención posterior a la pérdida de un ser amado por suicidio, ante lo cual, es fundamental la operación de centros de ayuda.

“En la posvención es recomendable acudir a centros de ayuda para supervivientes. En estos espacios, las personas pueden compartir sus vivencias para sanar de manera conjunta”, comentó.

En su análisis, el especialista de la Ibero Puebla cuestionó el distanciamiento entre la psiquiatría y los factores sociales como la cultura y los roles de género; por ello, la suicidología crítica ha recuperado las formas en que las construcciones de identidad, el acceso a servicios de salud y el autocuidado influyen en el acto autolesivo.

(milenio.com)