» Consejo de Seguridad destaca inclusión social como clave para la paz

Naciones Unidas.- En un debate en que participaron más de 70 países, el Consejo de Seguridad de la ONU destacó hoy que el desarrollo y la inclusión social son elementos claves para evitar conflictos y garantizar la paz y la estabilidad en el mundo.

En una sesión encabezada por la presidente de Chile, Michelle Bachelet, el organismo acordó una declaración en que alienta a los Estados a idear estrategias con respecto “al desarrollo inclusivo como elemento clave para la prevención de conflictos y (para) asegurar la estabilidad y una paz sostenible”.

En una declaración aprobada al inicio de la sesión, el Consejo de Seguridad asentó que la seguridad y el desarrollo están estrechamente interrelacionados, se refuerzan mutuamente y son fundamentales para mantener la paz en el largo plazo.

En su intervención, el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, afirmó que existe un creciente consenso de que los altos niveles de desigualdad registrados en las recientes décadas son nocivos tanto social como política y ambientalmente, además de que contribuyen a generar violencia.

“El desarrollo que excluye a parte de la población puede ser socialmente corrosivo. Puede contribuir al crimen y a crear una sensación de desesperanza y alienación, que son condiciones que pueden generar extremismos”, advirtió.

Criticó además que la desigualdad puede resultar en una concentración de poder en las manos de unos pocos, lo que socava la democracia, y puede llevar a la explotación sin regulación de los recursos naturales y a degradar aún más el medio ambiente.

“Pese al consenso, la exclusión y la desigualdad persisten. En muchos países, los pobres, los migrantes, las personas que viven con discapacidades, los grupos indígenas y los ancianos tienen escaso o nulo acceso a servicios básicos, y no pueden participar en el diálogo político”, aseveró.

El titular de la ONU urgió por ello a gobiernos, así como al sector privado y la sociedad civil, a que impulsen la educación, la salud y la creación de empleos, debido a que “el desarrollo no sucederá por accidente”.

Por su parte, en su capacidad como presidenta mensual del Consejo de Seguridad, Bachelet sostuvo que disminuir las brechas de ingresos y de posiciones en la estructura social es tan relevante como promover la igualdad de oportunidades.

“Lamentablemente, en muchos países del mundo, la distancia entre la realidad y aquel ideal de inclusión y justicia es enorme, y parece no reducirse en el tiempo. Esta situación es particularmente preocupante en Estados multinacionales, multiétnicos y multiculturales”, consideró.

Esta carencia de justicia, en que “las minorías poderosas oprimen a las mayorías débiles y dispersas”, genera de acuerdo con Bachelet condiciones propicias para la radicalización y la violencia armada.

La presidenta chilena expresó que en el caso de América Latina “no parece ser una simple coincidencia” que esta región, la más desigual en el mundo en términos de ingresos, sea también la que presenta la mayor tasa de homicidios.

Por su parte, la subsecretaria de México para América Latina y el Caribe, Vanesa Rubio, afirmó que para este país los nuevos parámetros del desarrollo global deben guiarse por principios como la inclusión social y económica, con énfasis en reducir la marginación, la exclusión y la vulnerabilidad.

La funcionaria indicó que para ser efectiva, la prevención de conflictos requiere del fortalecimiento del Estado de Derecho en sus planos nacional e internacional, así come del respeto a los derechos humanos, y del impulso a la transparencia y a la rendición de cuentas.

“El individuo y su bienestar deben ser el centro de los esfuerzos domésticos y de los de la comunidad internacional. En una verdadera comunidad internacional no debe haber lugar para la exclusión ni para la falta de oportunidades”, enfatizó Rubio.