» ¿Se tambalea Patricia Espinosa?

En una semana, la canciller Patricia Espinosa le ha generado dos conflictos serios al presidente Felipe Calderón.

El primero fue la manera desaseada en la que Espinosa se deshizo del escritor Jorge Volpi quien había sido designado agregado cultural en la embajada de México en Italia; y si bien el argumento de que se trató de un “recorte presupuestal” pudo ser cierto, la forma tan burda y pobre como se operó el “desnombramiento” dejó mal parada a la administración calderonista.

Ayer, la canciller debió estar presente en la ceremonia de instalación del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad, pero no llegó y al parecer no avisó que no llegaría.

Espinosa debió haber hecho llegar al Presidente su opinión respecto a si había o no objeciones serias para remover la Declaración Interpretativa de México, que atañe a la condición de las personas con discapacidad.

El escándalo del presunto desvió de 8,000 millones de pesos del ISSSTE podría ser un asunto menor si no se entienden las señales que desde hace semanas envía Elba Esther Gordillo Morales al director Jesús Villalobos López.

La maestra ayer dio incluso otra muestra de su inconformidad con lo que ocurre en el ISSSTE al declarar que sí apoyó a Miguel Ángel Yunes para llegar a la dirección del Instituto pero no respaldó su gestión.

Es decir, públicamente y de manera sutil, la profesora reconoció que la administración de Yunes está bajo sospecha.

Y si bien el escándalo financiero es un asunto que debe importar al gobierno federal, al seno de la Junta de Gobierno del Instituto se ha incubado otro conflicto que podría ser de grandes dimensiones si el distraído y recién casado Villalobos López no hace su trabajo, como no lo ha hecho hasta ahora.

Sucede que un juez otorgó el reconocimiento pleno a la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp), organización sindical creada hace unos años por Gordillo Morales como antagonista a la vetusta Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) cuyo dueño es el priísta Joel Ayala Almeida.

El reconocimiento que otorga plena representatividad a la Fedessp que tiene, según el padrón de la propia organización, el 85% de la membresía de la burocracia nacional, le concede la mayoría de los 8 asientos que los sindicatos federados tienen en la Junta de Gobierno del ISSSTE.

A la FSTSE le correspondería el 15% de esos 8 lugares, es decir, un asiento.

El director del ISSSTE ha omitido cumplir con el mandato del juez y ha permitido que los representantes de la Fedessp –o del SNTE, que forma parte de la Federación-, abandonen la Junta de Gobierno con el riesgo que implica que el sindicato magisterial pueda hacer efectiva su mayoría y presionar una salida política que afectaría sin duda al Instituto.