» La estrechas relaciones entre el corazón y los riñones

Esta nota fue creada el lunes, 19 mayo, 2014 a las 5:00 hrs
Sección: La corazonada

 Parecían órganos completamente independientes y los médicos no los asociábamos, pero los estudios clínicos de los últimos 30 años han dejado perfectamente claro, que los riñones regulan en gran parte a la función circulatoria y a su vez son completamente dependientes de que el corazón funcione correctamente para llevar a cabo su función.

En principio, el corazón y los riñones comparten varias relaciones en salud y en estados mórbidos. Así, la enfermedad ateroesclerosa de las arterias coronarias, que provoca un medio millón de pacientes con infarto del miocardio cada año, también es la causante del 30% de pacientes con hipertensión incontrolable o resistente.

Efectivamente, me correspondió en los años noventa desarrollar un programa de tratamiento de la hipertensión arterial resistente en el Centro Médico Nacional, que nos permitió identificar que casi la mitad de los pacientes con este problema, tenían una placa de grasa en las arterias renales (lo que llamamos una placa de ateroma) y que esa era la causa de su dificultad para controlar la tensión arterial y requerían un tratamiento intervencionista consistente en abrir la obstrucción con un globito y colocar una malla dentro de la arteria (un stent renal), con lo que me tocó en suerte ser el primero en realizar una angioplastía renal en Cardiología del Centro Médico Nacional.

Pero las relaciones no sólo se dan en estado de enfermedad, ya que el corazón tiene receptores de presión y volumen en sus paredes, que le sirven para detectar cuando hay mucho volumen sanguíneo, con lo que es capaz de producir un estímulo nervioso y también unas sustancias conocidas como péptidos auriculares. Ambos elementos se encargan de que el riñón deje de reabsorber líquidos y así se regule la cantidad agua en el cuerpo.

Es importante recordar que toda nuestra sangre pasa minuto a minuto por el corazón, que la bombea a todo el cuerpo y es a esto a lo que llamamos gasto cardíaco. Pero la sangre también debe pasar por los riñones para depurarse, ya que estos órganos tienen un complejo sistema de vasos sanguíneos y de conductos, conocidos como túbulos renales (“tubitos” en griego), que son exclusivos de estos órganos y que eliminan las sustancias de deshecho que en conjunto son llamados deshechos nitrogenados o azoados y corresponden a la urea y la creatinina, así como agua y electrolitos para mantener un balance.

Los riñones filtran unos 200 litros de sangre al día y eliminan 1.5 a 2 litros de orina. No olviden que la orina es un deshecho y nos es vital poder eliminarla. Ni siquiera merece algún comentario la supuesta terapia con orina. No existe.

Hay que destacar que el 25% de los pacientes con diabetes mellitus, desarrollan insuficiencia renal crónica, que es la incapacidad del cuerpo para eliminar estas sustancias tóxicas o que se encuentran en exceso en la sangre. Por eso, la insuficiencia renal provoca edemas (hinchazones) en todo el cuerpo, ya que se retiene agua, así como electrolitos, sobre todo sodio y potasio. Esta es la razón de que estos pacientes tengan que pasar por diálisis en alguna de sus variedades.

Es tan estrecha la relación entre los riñones y el corazón, que en caso de insuficiencia renal, el corazón empieza a sufrir aunque se encuentre completamente sano. Su sufrimiento deriva de que tiene que manejar mayor cantidad de líquido, de que se empieza a subir la tensión arterial y en casos extremos, la retención de electrolitos lleva al paciente a la muerte, ya que el exceso de potasio le provoca el paro cardíaco.

La asociación de los problemas de los órganos que nos ocupan en esta columna, dio origen al término Síndrome Cardio-renal, cuyo manejo es muy complejo y puede presentarse en forma aguda o crónica. Se provoca cuando uno de los dos órganos se enferma y termina afectando al otro. Lamentablemente, conlleva una alta mortalidad.

En el año 2012 la Organización mundial de la Salud, reconoció la importancia de este “matrimonio mal avenido” entre el corazón y los riñones, por lo que realizó el Día Mundial del Riñón, bajo el lema “Protege tus riñones, salva tu corazón”, que pone de manifiesto la importancia de tratar correctamente las dos enfermedades más importantes para los riñones y que están directamente relacionadas con el corazón: la diabetes mellitus y la hipertensión arterial.

Que usted, amable lector, comprenda esta situación es fundamental para su vida personal y familiar. Sin duda, lo mejor que puede hacer es prevenir estas dos enfermedades mediante un cambio del estilo de vida y tratarlas de manera disciplinada bajo el control de su médico de cabecera para evitar complicaciones.

Esto es lo que más debe destacarse, la prevención de estos problemas, ya que como es ampliamente conocido, la mejor medicina, la más barata y la que menos se practica es la medicina preventiva. Dejar de fumar, mantener el peso corporal en los límites correctos, hacer ejercicio aeróbico 4 veces a la semana como mínimo y cuidar sus niveles de tensión arterial y de azúcar, así como de grasas en la sangre, son elementos que le pueden salvar la vida.

No dejo de llamar su atención al hecho de que el consumo de bebidas energizantes, muy cargadas de electrolitos y el exceso de consumo de proteínas, como lo hacen ahora con la moda del fitness, puede favorecer importantes daños a los riñones y al propio corazón.

En conclusión, las relaciones entre el corazón y los riñones, no sólo se dan en estado de enfermedad sino en nuestra fisiología de todos los días y sin duda las enfermedades renales dañarán al corazón y las cardiopatías provocarán disfunción renal.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

Hasta la próxima.





           



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