El gasto público enfrenta retos importantes asociados a su insuficiencia para impulsar el crecimiento económico, afirmó el titular de la Unidad de Evaluación y Control de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Alejandro Romero Gudiño.
Indicó que este aspecto “se torna complejo por la reducción de los precios del petróleo en 43.3 por ciento”.
Durante su intervención en la reunión de análisis del Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública de 2013, apuntó que el precio de la mezcla mexicana pasó de 102.1 dólares el barril, en 2012, a 44.3 en lo que va del ejercicio 2015.
“Un nivel inferior al precio promedio establecido en la Ley de Ingresos de la Federación, aprobada para 2015, que fue de 79 dólares el barril”, añadió el funcionario.
Si bien las finanzas públicas han mantenido una estructura financiera equilibrada en los últimos años, alertó, se perciben debilidades estructurales como el notorio rezago de México a nivel internacional en materia de recaudación tributaria, la fuerte dependencia de los ingresos fiscales respecto de los petroleros.
Así como los elevados gastos fiscales, la reducción de la capacidad de los ingresos públicos para financiar el gasto público y el consecuente incremento de la deuda pública como proporción del Producto Interno Bruto, entre otros, expuso.
De acuerdo con Romero Gudiño, los ingresos petroleros, a 79 dólares, quedaron salvaguardados por la adquisición de un seguro financiero de precios para cubrir el nivel de 76.4 dólares el barril, consistente en la compra de opciones put (derecho a vender petróleo a 76.4 dólares).
Además, precisó, los 2.6 dólares restantes se protegen con una “cobertura complementaria” a la que se le destinaría un fondo de siete mil 944 millones de pesos.
“En adición a estos recursos, el gobierno cuenta con un fondo de 33 mil 641 millones de pesos para proteger la solidez de las finanzas públicas, en apego al Artículo 21 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria”, subrayó.
Alejandro Romero advirtió que, no obstante dichas precauciones, persiste el riesgo para las finanzas públicas de que para los ejercicios subsecuentes a 2015, se mantenga con alta probabilidad el precio del petróleo en sus niveles actuales.
“En caso de que se materializara esta expectativa, la cobertura petrolera contratada en los mercados financieros ya no sería tan redituable”, explicó.