Un análisis de costos y beneficios realizado por el Ejército determinó que la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de utilizar el Boeing 878 presidencial, dentro aerolínea militar comercial que dirigiría la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no tiene viabilidad comercial, pues además de los 228 millones de pesos que tendrían que invertirse solamente para su adecuación a funciones comerciales, el costo del boleto por persona para que pudiera generar utilidades sería demasiado alto, debido a su configuración VIP.
El 28 de julio pasado, la Sedena realizó un estudio con motivo de la propuesta de López Obrador para crear una aerolínea comercial gestionada por el Ejército, a través del Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (GAFSAOMM) y que buscaría retomar el nombre de Mexicana, en la que se pudiera utilizar el avión presidencial, Boeing 787 Dreamliner José María Morelos y Pavón.
En el documento consultado por MILENIO tras la filtración del grupo Hacktivista Guacamaya, se lee que para poder modificar y cambiar el uso del avión, cuyo contrato actualmente indica que solo puede ser usado por la presidencia y el disuelto Estado Mayor Presidencial, se necesitaría invertir 228 millones de pesos para capacitación, combustible, mantenimiento, refacciones, software, póliza de seguro e infraestructura del hangar, todo por un año.
Según el análisis del ejército, para que el uso comercial del avión fuera rentable, se tendría que aumentar un 40 por ciento adicional a sus costos de vuelo, es decir, pasar de los 362 mil pesos por hora, a 507 mil pesos por hora y así obtener ganancias. Además, tendrían que hacerse al menos 594 horas de vuelo al año.
La situación es aún más compleja debido a que el costo del boleto se dividiría entre 80 pasajeros y no 250 como es normalmente para esa aeronave, que además tiene un espacio de carga reducido. Eso haría que una hora de vuelo costara aproximadamente 7 mil 649 pesos por boleto, tomando en cuenta impuestos, un costo demasiado elevado respecto de la oferta actual de aerolíneas, que ronda los 2 mil 300 pesos, por ejemplo, para un vuelo a Guadalajara. Además, el beneficio se alcanzaría bajo el mejor de los casos, en el que todos los vuelos estuvieran llenos.
La Sedena identificó que esto es poco probable, debido a que hay mejores ofertas con precios más accesibles, por lo que analizó que sería más conveniente utilizar el avión para carga o fletamento, aunque de cualquier forma sus costos serían ofertados a precios más altos que otras aerolíneas.
En el caso de que el avión presidencial ofreciera vuelos internacionales a los precios de otras aerolíneas, las pérdidas serían mayúsculas. En un comparativo en un vuelo de México a París, Francia, se hizo un cálculo en el que una aerolínea privada cobrará 30 mil pesos por pasaje, con lo que tendría ganancias por un millón 400 mil pesos. Mientras que en el mismo formato, con el avión presidencial, se perderían 3 millones 653 mil pesos.
Todo esto a pesar de un panorama alentador para la industria aeronáutica donde se prevé que este año se haya registrado una mayor demanda de usuarios, y con la esperanza de llegar a niveles de 2019, es decir, antes de la pandemia por covid-19.
De cualquier forma, el ejército prevé que hay costos que deberán cubrirse para este avión, además del arrendamiento, como capacitación, combustible y mantenimiento por mil 783 millones de pesos.
La Sedena concluyó que sería más viable seguir con la propuesta de vender la aeronave, pues además la creación de la aerolínea estatal-militar generaría aún más costos, o mejor, entregarla por completo al ejército para sus operaciones.
El Ejército advirtió que además, el avión está en riesgo de perder su aeronavegabilidad por su poco uso, pues actualmente solo vuela para realizarle mantenimiento, con lo que en los últimos 3 años solo suma 52 horas de vuelo y 8 millones de pesos, y se han gastado 30 millones de pesos en su mantenimiento.
(milenio.com)