La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolla controles automáticos para optimizar a los biorreactores, que usan microorganismos para degradar agua residual y basura con el fin de producir biocombustibles y plásticos.
El investigador de la Unidad Juriquilla del Instituto de Ingeniería, Alejandro Vargas Casillas, explicó en un comunicado que el control automático es un software basado en un modelo matemático que permite analizar las propiedades del proceso y predice cómo se comportará.
El objetivo es cuantificar y manipular algunas variables para lograr un comportamiento adecuado para hacer estable el proceso de obtención de biocombustible generado a partir de agua residual.
Luego, “optimizar algunas variables como la producción de hidrógeno a partir del sustrato”, agregó.
Vargas Casillas detalló que los científicos del Laboratorio de Investigación en Procesos Avanzados de Tratamiento de Aguas trabajan también con la fracción orgánica de alimentos, la cual separan y muelen hasta obtener un líquido con el que se produce hidrógeno y metano.
Mediante este líquido, los investigadores obtienen polímeros o plásticos biodegradables.
Por lo que el objetivo del controlador es mantener ciertas condiciones de operación para que los microorganismos generen y acumulen intracelularmente la mayor cantidad de polímeros.
Hasta ahora, dijo, los resultados son satisfactorios, “se prueba en el laboratorio, se hacen ensayos, desde la escala experimental hasta la planta piloto e industrial”.