Luego del asesinato de un pasante de medicina en en Durango, el senador por Tamaulipas, Faustino López, dijo que se requiere mayor vigilancia en los hospitales y una opción sería instalar un sistema de seguridad mediante arco detector de metales y máquina rayos X para corroborar lo que se ingresa a las instituciones médicas.
Indicó que se requiere mayor control de acceso y salida de hospitales del país, que medicina sea considerada una carrera de alto riesgo y más protección en la zona urgencias donde llegan los heridos de bala y arma blanca.
Apuntó que de acuerdo con la Secretaría de salud federal son más de 13 mil pasantes en el país que realizan su Servicio Social al año, pero se desconoce el número que realiza su estancia en municipios de estados violentos y son amenazados por grupos delincuenciales.
“Urge mayor seguridad para los pasantes de medicinas en todo el país, que han ayudado durante 86 años al país. La inseguridad de los jóvenes se ha vuelto algo recurrente, pues constantemente se dan reportes de secuestros y ataques contra ellos”.
El caso más reciente es el de Erick Andrade Ramírez quien recibió ocho balazos en la cabeza y quien estaba a escasos días de cumplir con su servicio social en Durango.
“Como ha quedado en evidencia, los médicos pasantes corren riesgo en realizar su servicio social por eso es imprescindible hacer algo. Por eso voy se requiere mayor seguridad, un sistema de seguridad mediante arco detector de metales y máquina rayos X para checar el material de mano y corroborar que no traen nada en todos los hospitales del país”.
Destacó que debe ser considerada una carrera de alto riesgo sobre todo los servicios de urgencias donde llegan los pacientes heridos debe haber más control de los accesos.
El senador fue secuestrado
Dijo que, antes de llegar al Hospital de Alta Especialidad, él fue víctima de la inseguridad pues lo secuestraron. En aquella época, relató, estaban de moda las decapitaciones y lo trajeron todo el día dando vueltas.
“Me llevaron por Los Troncones, río abajo, y pensé que ahí iba a quedar, pero me fue bien”.
Recordó que cuando mataron a Rodolfo Torre Cantú, él estaba en el Hospital General donde llegaron los heridos y mucha gente.
“Gente que entraba y salía, mucha gente, se habilitó la biblioteca del hospital para llevarse a esa gente y que nos dejaran trabajar… pero el punto es que hace falta mucho control en los hospitales”.
(milenio.com)