La mañana del miércoles 24 de mayo de 2023, en el Senado de la República se llevó a cabo el foro Retos para transitar de la informalidad a la formalidad en México. Dicho foro fue organizado por la senadora Nuvia Mayorga y el Instituto Belisario Domínguez. Dentro de las personalidades destacaron la presencia de los senadores Manuel Añorve Baños y Beatriz Paredes.
La situación de la informalidad laboral y la economía informal es un desafío persistente. En México, la economía informal se refiere a las actividades económicas que no están reguladas ni protegidas por el gobierno, lo que implica que los trabajadores no tengan acceso a derechos laborales básicos, como seguridad social y prestaciones o protección legal. La informalidad laboral se presenta en varios sectores, como la agricultura, el comercio ambulante, los servicios domésticos y la construcción.
Acerca de esto, los ponentes invitados hicieron énfasis no sólo en los retos que representa la ubicua informalidad en México para el crecimiento y desarrollo de los propios trabajadores, sino también énfasis en las herramientas con las que contar para reducir y mitigar las altas tasas de informalidad.
La senadora Nuvia Mayorga, quien fue la encargada de dar las palabras de bienvenida y presentar a los ponentes, arguyó la necesidad de atender de manera apremiante este problema, pues representa no sólo que los trabajadores informales no cuenten con acceso a seguridad social ni otro tipo de prestaciones; sino que también a gran escala es un obstáculo para el crecimiento, capacitación y profesionalización de mano de obra mexicana.
Del mismo modo apuntaló que para reducir la tasa de informalidad y reducir la brecha de género que existe en este problema es importante plantear que esa transición puede ser un desafío complejo. Sin embargo, también señaló algunas de las posibles soluciones que incluyen la promoción de la educación y la capacitación; la simplificación de procedimientos burocráticos, así como la reducción de costos asociados con la formalización de las empresas; el fortalecimiento de la protección social y la promoción de la formalización gradual.
Las palabras de inauguración del foro corrieron a cargo del senador Añorve, quien mencionó que de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2020, la tasa de informalidad laboral en México alcanzó el 55.1 por ciento. Lo que significa que más de la mitad de la fuerza laboral del país trabaja en la economía informal. De igual forma afirmó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que alrededor del 58 por ciento de los trabajadores mexicanos están empleados en condiciones de informalidad.
Dentro de los ponentes, se encontraron expertos que fungieron como representantes de instituciones relevantes para este problema; tales como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el Instituto Mexicano de Seguro Social, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el Instituto Belisario Domínguez y la Organización Internacional del Trabajo.
Dentro de las conclusiones del foro, destacaron las medidas que podrían tomarse a través de política pública para reducir la informalidad laboral en México; desde la construcción y el diseño de una política económica que impulse decididamente el desarrollo productivo, pasando por la inversión pública y acceso al financiamiento de pequeñas empresas, la restitución del dinamismo previo a la pandemia, hasta el fortalecimiento de las tareas de inspección y fiscalización; y los esfuerzos legislativos: el planteamiento de una reforma fiscal y una reforma de la seguridad social.
La senadora Beatriz Paredes concluyó que además de analizar las desventajas del empleo informal, es necesario también revisar y analizar las ventajas que parece tener. Insistió que es necesario hacer una diferenciación dentro del empleo informal, pues en sectores como el trabajo manual y la venta de productos de artesanía, está representado por trabajadores independientes que también pueden ser considerados “pequeños empresarios”.
Finalmente, el foro deja en evidencia también que no sólo se trata de reducir la incidencia del problema sino también se trata de evitar una fuga de la formalidad a la informalidad, para lo cual es necesario recurrir al diagnóstico y a la medición con miras al mejoramiento del desempeño económico del país, el desarrollo y profesionalización de las capacidades de los mexicanos trabajadores.
(milenio.com)