Familiares y altos mandos de la Fuerza Aérea Mexicana despidieron al veterano Carlos Garduño Núñez, quien perdió la vida el jueves pasado a los 102 años de edad. Era el último piloto sobreviviente del “Escuadrón 201”, unidad de combate aérea que apoyó a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
La mañana de este viernes se llevaron a cabo los honores fúnebres en la Unidad Habitacional Militar, con la presencia del general de División José Gerardo Vega Rivera, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, así como tres de los hijos del veterano.
La ceremonia fue íntima y duró poco menos de media hora. Se rindieron los homenajes afuera del Servicio Funerario Militar ante el cuerpo del coronel fuerza aérea piloto aviador, el cual estuvo dentro de un ataúd de madera cubierto con la bandera nacional.
“Era el único sobreviviente del Escuadrón 201 que realmente pelearon activamente en la guerra. Hicieron misiones de bombardeo, colaboraron en que ganaran los aliados la guerra y creo que en México, ya fuera de ellos, no queda nadie que haya participado activamente en un conflicto bélico, del que México haya sido parte”, declaró David Garduño Stanley, hijo del fallecido.
Carlos Garduño Núñez formó parte del “Escuadrón 201”, el cual ayudó a la Fuerza Aérea de Estados Unidos a liberar a la isla “Luzón”, ubicada en Filipinas, que había sido ocupada por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque nuestro país se mantuvo neutral, en mayo de 1942 embarcaciones mexicanas que abastecían de petróleo a Estados Unidos fueron atacadas en el Golfo de México por submarinos alemanes.
En consecuencia, el entonces presidente, Manuel Ávila Camacho, solicitó al congreso declarar el estado de guerra a las potencias del Eje (Alemania, Japón e Italia), por lo que el gobierno mexicano determinó contribuir con los aliados, enviando al “Escuadrón 2021”.
El coronel Garduño Núñez participó en esta acción, combatiendo con un avión P-47 “thunderbolt”, mediante el cual colaboró además en observaciones, bombardeos y ametrallamiento de posiciones niponas.
Tras su desempeño en el conflicto bélico, el 20 de noviembre de 1945 se le concedió al coronel Garduño la medalla de servicio en el lejano oriente, por haber cumplido con abnegación, honor y valor la misión en los frentes de guerra del Pacífico.
Además, el 10 de noviembre de 1950 el gobierno de Estados Unidos le otorgó la medalla aérea, por los servicios que prestó del primero de mayo al primero de agosto de 1945 con el escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana.
“Despedimos a un gran ser humano que deja una huella imborrable en nuestra institución, y un legado de valores que practicó durante su vida militar, realizando grandes contribuciones para el engrandecimiento de la patria y de nuestro instituto armado. Que su recuerdo y ejemplo sean los alicientes que permitan a sus seres queridos alcanzar la pronta resignación y consuelo”.
“Los soldados de tierra y aire de México compartimos la pena que nos aflige, nos abrazamos de manera fraterna y elevamos votos por el eterno descanso de este excelente militar, que sirvió a la patria con honor y lealtad. Descanse en paz el coronel de fuerza aérea piloto aviador retirado Carlos Garduño Núñez, misión cumplida mi coronel”, se dijo en la ceremonia.
Al final de los honores fúnebres, y una vez que el cuerpo se había retirado de la Unidad Habitacional Militar, Sonia Garduño Stanley señaló que su padre (Carlos Garduño) es un ejemplo de vida, de entereza y de esfuerzo, que lo llevó a lugares muy especiales como la Segunda Guerra Mundial.
“Era fuerte, duro en muchos aspectos, pero nos deja muchas cosas. Además de esa parte de la rectitud y la fortaleza, también nos dejó enseñanzas de vida, nos dio una educación de primera y tuvimos una familia muy especial” destacó.
Su hermana, Susana Garduño Stanley, dijo que el recuerdo más profundo que tendrá de su padre es el cariño por el ejército y la patria, así como la pasión por la historia del “Escuadrón 201”.
“Y si algo me preocupa en este momento a lo mejor sería que esa trascendencia no desapareciera, sino que siguiera siendo parte la historia de México, desde las escuelas, que los niños supieran de la existencia del Escuadrón 201 y de lo importante que fue esa acción. Qué le puedo decir, me siento muy orgullosa de mi padre”, expuso.
(milenio.com)