El Jefe de Gobierno, Martí Batres, presentó el Plan Integral de Manejo del Centro Histórico 2023-2028, instrumento que establece el desarrollo de proyectos de mejoramiento progresivo e integral del primer cuadro de la capital, a fin de sar seguimiento a la protección, conservación, rehabilitación y aprovechamiento adecuado del patrimonio histórico de esta emblemática zona del país.
El Plan de Manejo del Centro Histórico está estructurado en seis ejes, cuatro previos: Habitabilidad, que contempla la conservación de espacios públicos, la generación de oferta de vivienda digna y segura, medidas de control de contaminación, y garantía de seguridad para habitantes y transeúntes; Economía y Turismo, para impulsar el pequeño comercio, regular los establecimientos nocturnos y reordenar el comercio en plazas populares y vía pública; Movilidad y Funcionalidad Urbana, que promueve la ampliación de áreas peatonales, intersecciones seguras, infraestructura ciclista, ordenamiento de ciclotaxis, transporte concesionado y estacionamientos públicos; Ciudadanía y Cultura Cívica, para fomentar la participación social y sana convivencia de habitantes, trabajadores y visitantes.
Y para el Plan 2023-2028 se añadieron dos ejes: Patrimonio Histórico y Cultural, que busca la identificación, registro y reconocimiento del patrimonio material e inmaterial, científico y tecnológico, para su adecuada conservación; y Fortalecimiento Institucional, que analiza el marco jurídico que regula la planeación del territorio y el uso del suelo, para guiar la actuación de dependencias y entidades del Centro Histórico, además de establecer la evaluación por parte de su comunidad.
Desde el Antiguo Palacio de Ayuntamiento, Batres sostuvo que el Zócalo de la Ciudad de México es el espacio de acceso a la cultura, el arte, la diversidad y la participación política por excelencia, por lo que se han promovido debates como la peatonalización de calles, espacios libres de humo, conciertos masivos y el rescate de sitios como Honduras 1 y 2, y Garibaldi para convertirlos en centros culturales.
“Cuando se hizo peatonal la calle de Madero, pensamos inmediatamente en los grandes beneficios de conquista del espacio público, porque una calle que era superficie rodante para automóviles, se convirtió en un espacio para caminar, donde caminan cientos de miles de personas, pero también benefició la economía”, añadió.
El coordinador general de la Autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México, José Manuel Oropeza Morales, dijo que la cooperación entre dependencias gubernamentales y sociedad civil es indispensable para salvaguardar el patrimonio material y el reconocimiento del patrimonio inmaterial que componen esta zona, por lo que se han creado redes de apoyo para resolver conflictos y la propuesta de nuevas ideas que provengan de la propia comunidad.
La titular del Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México, Loredana Montes López, explicó que tras la declaratoria del Centro Histórico como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1987, diversas dependencias del Gobierno de la Ciudad de México se han comprometido a promover estrategias que permitan la convivencia atemporal entre el pasado y el presente, con las que se busca el respeto a los monumentos históricos y artísticos, al mismo tiempo que se implementan proyectos modernos e innovadores que tienen como fin el bienestar de la sociedad que le da sentido a este lugar.
Mencionó que algunas acciones realizadas por el Fideicomiso para cumplir con dichas obligaciones son la rehabilitación de inmuebles dañados por el sismo de 2017, intervenciones en templos y fachadas de edificios históricos, así como la colocación de 800 elementos de señalética y nomenclatura en las calles.
El secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Antonio Esteva Medina, hizo un recuento de las obras realizadas durante los últimos cinco años que han resultado en la intervención de 300 mil metros cuadrados y una inversión de mil 200 millones de pesos, con la finalidad de recuperar espacios públicos, aumentar el espacio peatonal y ciclista, incrementar la iluminación, y áreas verdes en los Polígonos A y B del Centro Histórico.
En tanto, la coordinadora de Promoción y Difusión del Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México, Anabelí Contreras Julián, informó que esta área de la capital cumple con tres requisitos de la UNESCO para ser considerada Patrimonio Mundial: su traza reticular, un pasado prehispánico y una arquitectura excepcional. Por ello, el Zócalo y el Centro son lugares que permiten viajar por el tiempo, recorrer diferentes épocas de la historia y apreciar su riqueza cultural.
(milenio.com)