» Pláticas prematrimoniales buscan detener divorcios en DF

Esta nota fue creada el sábado, 21 marzo, 2015 a las 22:22 hrs

La epístola de Melchor Ocampo: “El hombre es la fuerza sexual, la mujer obediencia, sumisión”, dejó de escucharse en el Registro Civil del Distrito Federal debido a los cambios a las reformas al Código Civil, donde se incluyeron como obligación las pláticas prematrimoniales.

La epístola, que data de 1859, ya no se lee en las ceremonias de matrimonio civil, porque tiene algunos párrafos que marcan mucho la desigualdad entre el hombre y la mujer, consideraron jueces capitalinos.

El propósito de las autoridades es darle la debida importancia al matrimonio y bajar la tasa de divorcios que en los últimos cuatro años en el Distrito Federal se incrementó 30 por ciento.

“Ahora en la ceremonia del acto solemne del matrimonio, los jueces convocan a las parejas a tener un matrimonio en el cual prevalezcan los valores, sobre todo el respeto, que se deberá tener uno a otro, la comunicación, la solidaridad, el apoyo mutuo, que son fundamentales para que un matrimonio sea estable”, dijo Rosario Luna Salgado, subdirectora jurídica del Registro Civil.

Esta epístola fue sustituida por la lectura de los votos matrimoniales, que los contrayentes hacen antes de celebrar el contrato formal y mediante los cuales las parejas expresan sus sentimientos y lo que esperan uno y del otro.

“Todo esto ha venido a contribuir a que las parejas se casen mejor informadas, sepan qué hacer, a qué tienen derecho y qué no es válido que se haga”, dijo en entrevista.

Ahora, ninguna pareja que desee contraer matrimonio en el Distrito Federal podrá hacerlo sin que antes haya recibido una plática prematrimonial por parte de un juez del Registro Civil, quien en dos o tres horas les hablará sobre derechos y obligaciones, equidad de género y procedimientos legales en caso de divorcio, separación o custodia de hijos.

El juez respectivo, incluso, orientará a los contrayentes sobre derechos sexuales, prevención de la violencia familiar e informará de las dependencias a las cuales pueden acudir para denunciar o buscar protección en caso de maltrato.

Esta nueva disposición forma parte de las reformas al Código Civil y de Procedimientos publicadas en la Gaceta Oficial en julio de 2014.

La constancia que acredita haber tomado la plática deberá anexarse a los requisitos establecidos por la ley, como son el acta de nacimiento, identificación oficial y la constancia de domicilio.

A este mandato legal también se suma la presentación de un certificado que haga constar que las personas interesadas en contraer matrimonio no se encuentran inscritas en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos en el Distrito Federal.

“Quien no es capaz de cumplir con su obligación de alimento no es capaz de cumplir con las demás, en este caso, el que sea deudor alimentario es impedimento para contraer matrimonio, por eso se les pide la constancia de que no es deudor”, explicó Luna Salgado.

Hay un registro de un promedio de 160 deudores alimentarios, “son los que nos mandan los jueces, no es decisión de nosotros”, y estas personas en caso de querer casarse tendrán este obstáculo para hacerlo, dijo.

Incluso, el Registro Civil está en pláticas para que los morosos de pensiones alimentarias entren también al Buró de Crédito.

Las reformas al Código Civil publicadas en la Gaceta Oficial del Distrito Federal consideran la obligatoriedad para los contrayentes de asistir a pláticas prenupciales, que duran de dos a tres horas, y sólo son impartidas por jueces del Registro Civil.

Antes de sellar en la ceremonia solemne el matrimonio con la frase “los declaro marido y mujer en legítimo matrimonio”, el juez aborda a detalle no sólo lo relativo a la legislación concerniente al matrimonio, sino también temas de prevención de la violencia familiar, en la que ambos, hombre y mujer, pueden ser víctimas.

“Tratamos de concientizar a las parejas de que omitan esas prácticas de violencia familiar”, indicó el juez 14 del Registro Civil del Distrito Federal, Alonso Mario Cuevas Melo.

Los derechos sexuales se explican de manera pormenorizada, porque “mucha gente no conoce el tema, ni siquiera sabe que existe, nos preguntan qué es eso, es un tema fundamental, que viene plasmado en la Constitución como derecho humano”, se le plantea a la pareja, añadió Cuevas Melo.

“Aquí se les resalta su libertad sexual, su libertad de ejercer su sexualidad como mejor les parezca a ellos, la libertad de la mujer de disponer de su cuerpo.

“Es muy recurrente el tema de la interrupción legal del embarazo, hay muchas discrepancias todavía entre la sociedad en ese tema, pero hacemos conciencia de que el derecho sexual de la mujer es de poder disponer libremente de su sexualidad y de su cuerpo. Les hacemos mucho hincapié en los derechos sexuales y reproductivos”, abundó el juez, quien para ello fue capacitado por distintas instancias del gobierno capitalino.

Estas pláticas, además de dotar del conocimiento necesario a quienes buscan casarse para que su relación sea exitosa y con ello disminuya el número de divorcios, permitirán un acercamiento entre los contrayentes y el juez.

“Tiene un buen efecto, al final la gente sale muy complacida por los temas que abordamos”, porque en este encuentro de dos o tres horas, dependiendo el juez, se orienta a los involucrados de a dónde ir en caso de que sean víctimas de violencia, añadió.

“Les damos la información correspondiente de que pueden ir a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, al Instituto de la Mujer, incluso la propia Secretaría de Salud, se les menciona, tiene áreas destinadas darles información concreta de los temas que ellos requiere.

“Les damos información de todas esta áreas que existen en el gobierno para poder atender los problemas que se generen en el matrimonio, todo ello, para que la relación se mantenga o se disuelva en los mejores términos”, dijo Cuevas Melo.

Las nuevas reformas al Código Civil buscan que las parejas tengan más información sobre los derechos al contraer matrimonio y así evitar que el número de divorcios crezcan.

Además, jueces consideran que en la actualidad casarse es mejor alternativa que vivir en unión libre, porque genera los derechos plenos y obligaciones para los contrayentes e hijos, como son pensiones y seguros, entre otros aspectos.





           



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