La cancillería debe impulsar una política exterior con Estados Unidos, para respetar y proteger las garantías esenciales de los niños migrantes deportados sin juicio previo por las autoridades norteamericanas, propuso el diputado René Ricardo Fujiwara Montelongo,
El secretario de la Comisión de Derecho Humanos de la Cámara de Diputados, afirmó que el Estado mexicano está obligado a garantizar, respetar y proteger los derechos humanos sin importar la situación migratoria,
“Los menores deben ser tratados sin discriminación alguna y con el debido proceso legal, anteponiendo sobre todas las cosas, el interés superior de la niñez”, puntualizó.
Resaltó que cada año son detenidos casi 15 mil jóvenes mexicanos por la patrulla fronteriza en su intento por cruzar la frontera.
Ante ello, consideró necesario promover una política eficaz con el gobierno estadounidense, que permita a los menores migrantes el respeto a sus derechos humanos de igualdad y acceso a la justicia ante las autoridades migratorias de ese país.
Mencionó que de acuerdo con datos de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, hasta mayo de 2014 las autoridades migratorias detuvieron a 47 mil menores de edad, cifra que supera el total de detenciones hechas en 2013, que fue de 38 mil 833.
Indicó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración cada año 40 mil niños y niñas que migran a la Unión Americana son repatriados, de los cuales 18 mil viajan solos, la mayoría por el deseo de reunirse con sus familiares o por escapar de la violencia en sus lugares de origen.
Además, los menores que son detenidos para repatriarlos, enfrentan situaciones de persecución, maltrato y discriminación por parte de autoridades migratorias de ambos lados de la frontera,
Destacó que la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), organización humanitaria internacional, denunció que existen flagrantes violaciones a los derechos humanos contra los menores migrantes mexicanos no acompañados al ser deportados, sin que medie un juicio previo y que su caso sea evaluado ante un juez migratorio.
Esto, dijo, resulta aún más grave al ser discriminatorio respecto de otros menores de distinta nacionalidad, como los centroamericanos, quienes reciben un trato distinto por el simple hecho de no compartir frontera con Estados Unidos.
Sostuvo que el problema persiste debido a una legislación violatoria de los derechos humanos, puesto que no da un trato igualitario a todos los menores no acompañados que son detenidos por las autoridades migratorias, al discriminar a los mexicanos.
Asimismo, son excluidos de las políticas migratorias de Estados Unidos, cuyo gobierno ya anunció que aumentaría a cuatro mil los visados de refugiados que emite anualmente para latinoamericanos; sin embargo, no incluye a las niñas y niños menores mexicanos.