En la frontera de México-Estados Unidos se debe fortalecer, ampliar y promover a las instituciones impulsoras de la economía, ya que es crucial para la región, donde se calcula que cruzan a diario mercancías con un valor de más de mil millones de dólares, señaló la especialista Silvia Núñez García.
Al presentar el informe “La economía en la frontera México-Estados Unidos”, expuso que “debemos llevar las voces de los habitantes de la zona a los centros de poder —el Distrito Federal o Washington— para unificar necesidades y dinamizar a través de inversiones multimillonarias en términos de una nueva infraestructura”.
En la Torre II de Humanidades, la académica expuso que ésta es una franja divisoria única no sólo por su extensión (tres mil kilómetros), sino por propiciar un contacto intenso entre una nación emergente y una potencia mundial.
“Aunque en ocasiones ha experimentado conflicto, la relación ha sido de enorme crecimiento, sobre todo como resultado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, dijo en un comunicado.
Los editores del informe, Erik Lee y Christopher Wilson (del North American Research Partnership y del Wilson Center, respectivamente), destacaron la existencia de problemas graves de seguridad, por lo que urge habilitar políticas pertinentes, mejorar el comercio bilateral y establecer programas de viajeros confiables.
Además, los largos tiempos de espera en los puertos de entrada cuestan miles de millones de dólares al año para ambas economías; por ello, se deben instrumentar medidas para quienes cruzan a diario y no representan peligro. El objetivo es facilitarles el proceso y evitarles horas en una fila, coincidieron.
Al respecto, Edgar Ruiz, representante del estadounidense Consejo de Gobiernos Estatales del Oeste (CSG West, por sus siglas en inglés), explicó que la población de la zona ha crecido en los últimos 20 años, pero las instalaciones han sido rebasadas, por lo que requieren actualizarse acorde a las necesidades de los nuevos tiempos.