El nuevo Sistema Nacional Electoral adolece de muchas fallas que tienen que revisarse para hacerlo eficaz, sin embargo, es un avance positivo, opinó el magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Flavio Galván Rivera.
Luego de participar en el foro “Reforma Político Electoral, a un año de su promulgación”, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó que lo más importante es que se trata de un sistema democrático nuevo que tenemos que revisar para que sea eficaz.
El sistema tiene muchas cosas positivas, como que en materia de campañas electorales se deba rendir cuentas periódicamente, mes a mes y próximo a la jornada electoral, para que las autoridades electorales, locales y federales, lleven a cabo el análisis y hagan un dictamen consolidado.
Eso permitirá a los consejos electorales valorar oportunamente si se cumplieron las reglas de topes de gastos de campaña; si se cumplen, por ese lado las elecciones no tendrán problema, si no se cumplen, se podría dar la causal de nulidad y los partidos políticos tendrían todos los elementos para presentar una demanda.
El magistrado aceptó que desafortunadamente estamos en una crisis de instituciones a nivel nacional de la que no escapan el Instituto Nacional Electoral ni el TEPJF, “no se puede negar porque sería querer tapar el sol con un dedo”.
Galván Rivera consideró que si el ciudadano acepta ser presidente, secretario o escrutador en una mesa directiva de casilla y lleva a cabo correctamente sus actividades ¿cómo puede dejar de creer en lo que pasó el día de la jornada?
Y si las elecciones se computan correctamente en los consejos distritales, en público, como se hace y se debe hacer ¿cómo podemos dejar de creer que el resultado es correcto?
Ahora hay el nuevo escrutinio y cómputo, el recuento famoso, si se lleva a cabo en público con todas las reglas jurídicas y políticas necesarias ¿cómo podemos dejar de creer que eso está bien hecho?
Destacó que el Instituto Federal Electoral (IFE) fue una gran institución que cambió el sistema democrático del país, y no sólo dicho en México, sino también en el extranjero, y el Tribunal Electoral ha coadyuvado a ese perfeccionamiento del sistema.
Tratemos de confiar y reciclemos su actuación, hagamos crítica con base en la actuación y no con lo que digan algunos y opinen otros, recomendó.
En la conferencia, el consejero preside del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), Mario Velázquez Miranda, se refirió a los retos de la reforma electoral publicada en febrero de 2014, e indicó que son muchos para quienes aplican particularmente las disposiciones normativas ahí contenidas.
En este sentido se refirió a la afectación del federalismo electoral y a la necesaria coordinación que debe existir entre la autoridad nacional y la electoral.
Sin embargo, el reto más grande que hay que enfrentar es una mayor participación ciudadana, actualmente la idea de vivir en la democracia como la mejor forma de gobierno en nuestro país alcanza niveles de 37 por ciento, 12 por ciento menos que en 2000.
La participación ciudadana en los procesos electorales ha sido afectada por las circunstancias políticas y sociales que enfrenta el país, particularmente esta desconfiguración del sistema democrático, y el desencanto de lo que la democracia significa trae consecuencias que preocupan.
En tanto, el magistrado presidente del Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF), Armando Hernández Cruz, refirió que esta reforma presenta nuevos problemas, como la naturaleza jurídica del Sistema Electoral Nacional.
Lo anterior, dijo, a razón de lo siguiente: si no me equivoco vivimos en un sistema federal en cual se establecen en la Constitución atribuciones para las autoridades federales y para las de carácter local, incluso para las municipales, dándonos un sistema de tres niveles de gobierno en el cual cada uno tiene sus atribuciones específicas.
La federación tiene facultades expresas y las que no están expresamente reservadas a los funcionarios federales se entienden reservadas a los de los estados, y el Artículo 115 constitucional determina qué le corresponde a los municipios, explicó.
Qué es un sistema electoral nacional, a qué se refiere esto en cuanto a legislación y en cuanto a actos y atribuciones o competencias de las autoridades.
Pues a una excepción, es algo distinto, es algo nuevo, es como el régimen metropolitano para la ciudad de México y la Zona Metropolitana. Son excepciones a la regla de lo que es un sistema federal.
Estamos inventando algo que tiene una naturaleza distinta a lo tradicionalmente conocido que es materia para nuevas investigaciones, nuevos análisis y nuevas propuestas de los especialistas en el área jurídica.
El sistema electoral nacional no es ni federal ni local ni municipal, pero tampoco es una atribución concurrente, sostuvo Armando Hernández.
Abundó que de acuerdo con el Artículo 73 constitucional, las facultades concurrentes son aquellas en las que pueden legislar la federación, los estados y los municipios, y concurren en actividades como seguridad pública, medio ambiente, asentamientos humanos, educación y salud.
Pero el sistema electoral nacional no es un sistema concurrente, es al contrario, un sistema de excepción al régimen federal, es un sistema centralista.
Sólo que la creación del INE pretendía absorber todas las facultades de los institutos estatales, no pudo hacerlo, y sólo les dio “media estocada” a los hoy conocidos como OPLEs.
En el foro participaron el consejero electoral Pablo César Lezama Barreda y la magistrada del Tribunal Electoral del Distrito Federal, María del Carmen Carreón Castro, entre otros invitados.