La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es un semillero de gente exitosa. Esto ha quedado demostrado en numerosas ocasiones, pero la más reciente tiene que ver con el reconocimiento que dos alumnos y un profesor de la institución recibieron por parte de las Organización de las Naciones Unidas (ONU) debido a un proyecto de diseño que contribuye al desarrollo sustentable.
Francisco Platas López, profesor del Posgrado en Arquitectura, Isabel Gallardo Martínez y Alfonso Arias Martínez, egresada y alumno de la maestría en Arquitectura de la UNAM, merecieron el Premio Especial de la ONU en el marco del Premio Nacional de Diseño, Diseña México 2020, que tuvo como criterio para otorgar la distinción el generar un motor para reducir la desigualdad y fomentar sociedades pacíficas con inclusión socioeconómica y política en México.
Platas López, quien dirigió a los estudiantes en la aplicación de la metodología, expresó: “Tenemos un compromiso ético con las sociedades, porque provenimos de una universidad pública y ésta, a su vez, tiene un fuerte compromiso social; y lo menos que podemos hacer como docentes es intentar cambiar la perspectiva que nuestros alumnos tienen del diseño. Pero quienes nos dedicamos a esto, pocas veces intentamos ‘prefigurar’ procesos o acciones humanas que puedan suscitar nuevas transformaciones”.
Explicó que su experiencia fue congeniar con sus estudiantes en la metodología que él mismo desarrolló y que está relacionada con la convergencia de saberes, a través de tres posturas: el pensamiento complejo de Edgar Morin, la epistemología genética de Rolando García y Jean Piaget, así como las ciencias de la complejidad.
La propuesta ganadora expuso la aplicación de esa estrategia de trabajo en dos proyectos de diseño que coadyuvaron a prefigurar soluciones en la construcción social de lo espacial habitable. El primero, desarrollado por Isabel Gallardo Martínez, quien obtuvo mención honorífica por la tesis de maestría en Arquitectura sobre la sociedad Hñähñú (Hidalgo), que procura ser resiliente ante la desigualdad socioeconómica y política mediante mecanismos regulatorios.
Gallardo Martínez mencionó sobre la aplicación metodológica: “Corroboramos que el fenómeno de habitar, transformar y organizar el espacio es parte de la esencia humana. La construcción del territorio en localidades Hñähñú se ha desarrollado mediante prácticas empíricas y desde los saberes locales, acciones que han coadyuvado a un bienestar potencializado por el diseño basado en las demandas del habitar local”.
Los resultados, indicó, se basaron en el entendimiento de los fenómenos sociales como un proceso que integra la organización tradicional local, por lo que esta propuesta contribuye a la reducción de las desigualdades de los Objetivos de Desarrollo Sustentable 2030. De esta manera el diseñador forma parte del sistema como facilitador de opciones que garanticen la igualdad de oportunidades y favorezcan la toma de decisiones por parte de la comunidad.
El segundo proyecto correspondió al alumno Alfonso Arias Martínez, quien detalló que aplicando el aporte metodológico del diseño complejo para la vulnerabilidad y el riesgo, llevó a cabo su trabajo en un asentamiento aledaño a la barranca de Huentitán (Jalisco), el cual le permitió poner de manifiesto las estrategias de diseño y saneamiento que los habitantes autogeneraron.
“Los procesos que hoy en día se presentan en el territorio, las ciudades y la arquitectura, demandan metodologías que puedan comprender las interrelaciones que los componen. La propuesta de diseño para la vulnerabilidad y el riesgo contribuye a prefigurar soluciones ante la desigualdad social, económica y política en comunidades que por sus condiciones han sido desatendidas”, aseguró Arias Martínez.
En este sentido, manifestó que esta prefiguración está cimentada en las intuiciones espaciales y las tradiciones constructivas con las que los habitantes toman las decisiones sobre la construcción del espacio que habrán de habitar, busca el desarrollo del bienestar social y disminuir las desigualdades, tarea fundamental para el diseñador del siglo XXI.
Para el equipo, es necesario hacer una pausa dentro de las disciplinas proyectuales para pensar en la prefiguración del diseño y la oportunidad de estar en un certamen tan importante.
(milenio.com)