La fracción de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de reformas a la Ley del Impuesto Sobre la Renta para impedir las aportaciones de gobiernos, asociaciones o empresas extranjeras a organizaciones no gubernamentales dedicadas a “actividades de cabildeo y litigio contra México”.
Por conducto de la legisladora Reyna Celeste Ascencio, la bancada morenista advirtió que diversos proyectos de la llamada cuarta transformación se han visto entorpecidos por actividades de litigio y cabildeo de organizaciones y asociaciones civiles “financiadas por potencias e intereses extranjeros”.
“La cuarta transformación del país enfrenta muchos adversarios, algunos de ellos son intereses extranjeros y los grandes capitales que solo buscan mantener sus privilegios y concesiones, y para ello financian a organizaciones no gubernamentales”, acusó.
En su propuesta de reformas al artículo 82 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, Ascencio citó los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a que dichas organizaciones promueven el “golpismo” con evidentes actos de intervencionismo que violan la soberanía nacional.
La iniciativa prevé por ello que las organizaciones receptoras de donaciones en forma directa o indirecta por parte de gobiernos, asociaciones o empresas extranjeras deberán informar al Servicio de Administración Tributaria y a la Secretaría de Gobernación, desglosando el origen y monto, y precisando el porcentaje que constituye de sus ingresos totales.
En caso de recibir aportaciones de esa naturaleza, no podrán realizar labores de cabildeo legislativo ni de litigio estratégico, y de contravenir esa disposición, se les revocará la autorización para recibir donativos deducibles fiscalmente.
“A través de este control se evita que las actividades de estas organizaciones se dirijan a influir indebidamente en las leyes mexicanas o que puedan estar judicializando decisiones en contra del gobierno, lo que constituye un claro acto de intervencionismo y neoliberalismo encubierto”, subrayó la diputada.
Agregó que, en una democracia, las organizaciones civiles pueden defender derechos y libertades en forma legítima, pero su actuación debe ser libre y no estar comprometida con intereses económicos o políticos del exterior, pues se entabla una “perniciosa y corrupta” relación entre el poder económico e intereses extranjeros con estas asociaciones.
“Hay que decirlo con claridad, se trata de una simulación, ya que en algunos casos estas organizaciones solo son fachada y detrás de ellos están potencias e intereses extranjeros que no deben tener intervención alguna en México”, sostuvo.
Aseguró que los intereses extranjeros se confabulan en ocasiones con grupos conservadores del país y utilizan a las organizaciones civiles como fachada para impulsar su agenda ante las instituciones públicas.
(milenio.com)