La consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Claudia Zavala, advirtió que actualmente en México se vive uno de los momentos más complejos y potencialmente más peligrosos de la democracia e incluso de la vida pública.
Al participar en la mesa 2 del seminario “Los desafíos de la democracia, a 45 años de la reforma política de 1977”, titulada “Garantías de imparcialidad y equidad: la autonomía del árbitro”, criticó que “un número importante de servidoras y servidores públicos del más alto nivel haya decidido apartarse del modelo jurídico y violar pública e intencionalmente la Constitución y la ley a propósito de la celebración de un proceso de participación ciudadana”.
Ante los ex consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg y Leonardo Valdés, así como de la académica Rosa María Mirón, dijo que “lo que esas actitudes antidemocráticas y contrarias a la recta República pueden provocar, es una eventual invitación o incitación a que otras personas también dejen de cumplir con la Constitución y la ley y, como resultado de ello, se fracture el Estado de derecho”.
“Bajo ninguna circunstancia ni la sociedad, ni la academia, ni la política, ni los medios de comunicación, ni las servidoras y servidores públicos podemos contribuir a que esas conductas se normalicen. Ahí donde el gobierno y los actores políticos dejan de someter su actuar a los límites constitucionales y legales, lo que resulta no es solamente el surgimiento de una forma corrupta de gobierno, sino una muy seria amenaza a los derechos humanos de todas y todos los mexicanos”, consideró.
Además, la Consejera Zavala llamó a resguardar a la democracia del crimen organizado, especialmente respecto al ingreso y manejo de dinero opaco en las campañas electorales.
También hizo un llamado a la defensa ciudadana para que no se mine a las autoridades autónomas e independientes, “porque gracias a estas autoridades hemos avanzado en los derechos fundamentales y eso es nuestra fortaleza como ciudadanas y ciudadanos”.
“Autonomía: capacidad institucional de tomar decisiones sin interferencias”
En su intervención, José Woldenberg apuntó que “la autonomía es la capacidad de la institución de tomar decisiones sin interferencia de los poderes públicos y los partidos”.
Respecto a las reformas que han dado paso al sistema electoral mexicano actual, argumentó que “si hubiese que señalar cuáles fueron las líneas conductoras de las nuevas reformas habría que destacar: buscar autoridades imparciales; buscar cauces jurisdiccionales para desahogar las controversias; establecer condiciones equitativas de la competencia y discutir una y otra vez cómo traducir votos en escaños, es decir, se trató de un ciclo que transformó la vida política mexicana”.
Por su parte, Leonardo Valdés exhortó a que nuestro sistema electoral no retroceda, “sino que sigamos avanzando, sobre todo porque hay mucho que avanzar en términos de la legitimidad. Necesitamos más derechos para más personas y eso va a hacer que sea mucho más legítimo nuestro sistema electoral”.
Además, llamó a “conservar lo que hemos construido como un edificio que controla de una manera democrática, apegada a derecho y respetando los principios jurisdiccionales a nuestras elecciones, que siempre serán espacios en los que se van a desbordar las pasiones, pero es importante que tengamos el andamiaje institucional para controlar adecuadamente esas situaciones”.
Finalmente, Rosa María Mirón apuntó que las elecciones de 2018 y la transmisión de poderes se vivieron sin sobresaltos, “gracias al marco de la calidad de certeza que gradualmente ya han normalizado la vida política de nuestra democratización”.
La legitimidad de ese proceso, así como de los anteriores y posteriores, “se han fundamentado en la solidez que adquirieron las instituciones democráticas en México en los últimos 45 años y el eje de esa solidez me parece que está sin duda en la autonomía de las instituciones democráticas”, estimó.
(milenio.com)