Investigadores del proyecto BIRSMA (Biotecnología Integral de los Residuos Sólidos Municipales y Agroindustriales) lograron la aprobación de una planta de tratamiento en el municipio de Atotonilco, Hidalgo, informó la UNAM.
En un comunicado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicó que especialistas del Instituto de Geología (IGL) contarán con un nuevo conjunto arquitectónico para administrar, de forma sustentable y productiva, los residuos sólidos urbanos (RSU).
Los RSU serán separados desde los hogares, por lo que el acopio y selección permitirá su aprovechamiento a través del reciclaje que se realizará en el nuevo complejo, que se aprobó tras una década de investigación para el manejo ecológico de estos residuos.
Por su parte, los residuos sólidos orgánicos (RSO) se reciclarán de forma biológica para convertirlos en composta, y los industrializables (RSI) se acopiarán y se venderán a las diferentes industrias para su reciclaje.
Entre otros beneficios de la planta de tratamiento será la eliminación de la contaminación ambiental, sobre todo del suelo, el agua y la atmósfera.
Además, este método reducirá los costos económicos que representa el manejo de la basura urbana, se evitarán riesgos directos a la salud de la población, tanto en el momento de la recolección, como en el confinamiento en tiraderos a cielo abierto o en rellenos sanitarios.
Los investigadores de BIRSMA también incorporarán a su plan la iniciativa de que las plantas de tratamiento funcionen como polos para la difusión de la educación ambiental, para que niños, estudiantes, amas de casa y personas interesadas asistan a cursos, talleres y conferencias que se impartan en las plantas.
“Este plan también se conecta con la agricultura, pues la composta que se coseche, producto del reciclaje biológico de los residuos orgánicos, servirá como biofertilizante para alentar la agricultura orgánica en el campo y en las ciudades, así como para promover la agricultura urbana”, detalló el líder de BIRSMA, Sergio Palacios Mayorga.
Dijo que las compostas son el factor que más favorece la productividad de un suelo, sobre todo si se trata de aquellos agotados por haber sido utilizados de manera intensiva con técnicas de cultivo inadecuadas.
Al referirse a la estructura arquitectónica de la planta, el especialista informó que los planos ejecutivos muestran un diseño estructural sencillo y desarmable, que no requiere de mampostería.
“Se trata de una construcción ecológica, sin pisos de concreto, sino adoquinados, para que no causen impacto ambiental al suelo”, abundó, por lo que en caso de ser necesario mover la planta, se podrá desarmar sin que el suelo se contamine.
“Son estructuras ecológicas que pueden construirse en tres meses, incluidas bardas vivas y áreas verdes. Plantas de este tipo no tendrán nada en común con un basurero o un relleno sanitario, porque aquí no habrá basura, sino residuos que se aprovechan”, expuso.
Por otra parte, se pretende que la planta promueva la educación ambiental, pues está previsto que tenga las funciones de un centro de desarrollo comunitario encaminado a ese fin, donde además del reciclaje se darán a conocer diferentes ecotecnias.
Entre estas técnicas ecológicas se encuentran el aprovechamiento del agua de lluvia, las energías alternativas –como la solar y eólica– y cómo no generar aguas negras mediante retretes secos, entre otras opciones.