El Instituto Nacional Electoral determinó que el alcalde electo de Álvaro Obregón, Javier López Casarín violó el límite de gastos de campaña, por lo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación deberá resolver si se anula su triunfo.
La Unidad Técnica de Fiscalización acreditó que el excandidato y sus partidos Morena-PT-PVEM evadieron el reporte de gastos por propaganda en Facebook por más de un millón de pesos, lo que rebasó el tope de gastos de campaña.
Tras un receso de más de una hora y al detectar montos duplicados en algunas publicaciones, se ajustó el proyecto original que acreditaba un rebase de 6.7 por ciento, sin embargo, el rebase se mantuvo en 5.8 por ciento pues apenas le descontaron alrededor de 30 mil pesos.
Para anular una elección por rebase de tope de gastos de campaña se requiere que éste haya sido superior al cinco por ciento y que la diferencia entre el primer y segundo lugar sea menos al cinco por ciento, en el caso de la alcaldía Álvaro Obregón ambos supuestos se cumplen, por lo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación deberá resolver si se anula la elección pues el INE no cuenta con estas facultades.
El consejero Jorge Montaño y la consejera Carla Humphrey se manifestaron en contra porque consideraron que faltaba exhaustividad, que la matriz de precios para estimar el monto que se le contabilizaría tenía distorsiones y que no era comparable lo que se les contabilizaba con los precios reales.
Mientras que el consejero Uuc-kib Espadas lamentó que se buscara beneficiar a este candidato, pues señaló que “es obligación del INE no abrir fisuras para que el uso ilegal del dinero y rebasar el tope de campaña que es uso ilegal del dinero, aunque nuestra constitución permita un uso ilegal del cinco por ciento que me parece francamente abusivo.
“No sólo no encuentro razón por la que este instituto deba ser tolerante, me parece gravísimo precedente. No me parece razonable buscar cómo le hacemos ajustes al dictamen para que al viejo estilo de cuando se maquillaban las actas, ahora maquillemos las cuentas”.
Y denunció que en plena discusión del asunto, se siguiera con los ataques a las consejerías acusándolos de “comprador, cobardía y traición” por aplicar la ley.
“Quiero expresar no sólo mi más absoluto rechazo a esta dinámica y mi preocupación porque el debate salga de los cauces de la democracia, para suponer que estamos en una pelea de perros con bandos y apuestas, donde ni la razón ni el apego a la legalidad son factores.
“No me doblaron cuando era adolescente ni me doblaron ahora que estoy viejo, no voy a votar de conformidad con los intereses de ninguna de las partes, votaré con apego a la Constitución y razones sensatas en la aplicación de la ley”.
(milenio.com)