El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, informó que a casi un año de la pandemia han atendido a un millón 958 mil 526 pacientes con COVID-19 y ha invertido mil 400 millones de dólares solo para atender la emergencia sanitaria.
“El 25 por ciento ha sido para personas sin seguridad social, esto significa 190 mil 789 hospitalizados”, informó Robledo durante el foro “Lecciones de la respuesta de México al COVID-19”, organizado por la Universidad de Harvard.
México optó por una reconversión hospitalaria, que incremento en 357 por ciento el número de camas disponibles, en lugar de elegir a qué pacientes atender por edad y gravedad, expuso Robledo.
“Ningún sistema que no se enfoque en lo preventiva puede hacerle, nuevamente, frente a otra pandemia que ojala no vuelva a ocurrir”, indicó.
Y detalló que “el gasto de mil 400 millones de dólares solo para COVID se triplica con un gasto regular para atender enfermedades crónicas y degenerativas que alcanza los 4 mil millones de dólares”.
En su exposición, recordó que cuando se registró el primer caso de COVID-19 en el país, el 27 de febrero 2020, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador llevaba 453 días en funciones y en pleno proceso de transformación en su sistema de salud.
Se trató, reconoció, de un crecimiento, “no falto de problemas en términos de la antigüedad de las instalaciones y sobre el número de personal con el que contamos”.
Robledo recordó que tan solo en el IMSS se tenían, hasta diciembre de 2019, 436 camas de atención de Infecciones Respiratorias Agudas Graves, neumonías, influenza, y otros afecciones que no eran prevalentes en ese momento.
Con la pandemia, dijo, se pasó de 436 a cerca de 19 mil camas destinadas a COVID de las 32 mil registradas en el país, más de la mitad solo son del IMSS.
Antes se tenia 1.5 camas por cada mil derechohabiente cuando debe haber 3 por cada mil de acuerdo con el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
También había un déficit de trabajadores, pero se comenzó a contratar, sin dudas, “en marzo tuvimos problemas para adquirir equipos de protección personal por la demanda internacional, y se dio un proceso de capacitación intensiva. Tuvimos muchas protestas de los trabajadores, acudíamos a pesar de contar con pocos casos confirmados”.
El Seguro Social atiende a 80 millones de mexicanos, de los más de 126 millones que habitan en el país.
“De todos los derechohabientes que atiende el Seguro Social 14.6 por ciento tiene diabetes; 34 por ciento tiene hipertensión y 76 por ciento obesidad. “Un derechohabiente tiene más de una conmorbilidades que absorbían gran parte del presupuesto”.
Se hizo, recordó, cálculos sobre cuál sería la tasa de ataque de la cepa pandémica, es decir, el número de personas que potencialmente se iban a contagiar, así como factores de dispersión social.
Robledo indicó que se analizó el impacto de la pandemia en sectores con enfermedades crónicas degenerativas, inmunosupresión y embarazadas.
Y a diferencia de otros países, precisó, el Consejo de Salubridad General no aprobó, ante los recursos escasos en medicina crítica, que los médicos se enfrentarán al dilema de qué hacer en caso de tener una cama o un ventilador frente a dos o más pacientes, ni tampoco aplicar criterios que tenían que ver con la edad y gravedad.
Robledo también precisó que un millón de registros patronales, cerca de 75 por ciento son empresas de menos de 10 trabajadores y la mitad de esas menos de cinco. Se les dio el crédito y el 70 por ciento ya no dieron de baja a sus trabajadores.
El IMSS tiene mil 525 unidades médicas de atención primaria a la salud, 260 hospitales de segundo nivel y 35 Unidades Médicas de Alta Especialidad, y las operamos con 320 mil trabajadores de la salud.
(milenio.com)