Autoridades de salud y medio ambiente admitieron que al país le tomará hasta cinco años homologar las normatividad a las nuevas guías sobre los niveles de contaminación del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las cuales son más estrictas y limitan a una cuarta parte la exposición a contaminantes como material particulado, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, emitidas principalmente en ciudades por vehículos a diésel.
“Las PM2.5 es una guía que las hace más estrictas, nosotros vamos a actualizar nuestra Norma Oficial Mexicana de Salud Ambiental para partículas, van a traer una serie de metas a uno, tres y cinco años en el valor de la norma de protección de la salud”, dijo Víctor Hugo Páramo, coordinador ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis.
En la actual guía de la OMS, la concentración anual recomendada –por ejemplo– de partículas inferiores a 2.5 micras (PM 2.5), las más dañinas para la salud, pasó de diez microgramos por metro cúbico (µg/m³) a cinco g/m³, cuando en las ciudades mexicanas, la normativa permite 20 µg/m³.
“Esa es la distancia que tendríamos que recorrer con respecto a uno de los contaminantes más importantes, que deberíamos de considerar en el en los programas de gestión de calidad del aire. Sí se hacen estas buenas políticas de reducción de emisiones de PM 2.5, estaríamos evitando una buena proporción de las enfermedades y la mortalidad”, dijo Horacio Riojas Rodríguez, director de Salud Ambiental del Instituto Nacional de Salud Pública.
En conferencia con autoridades del Instituto Nacional de Salud Pública, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y diversos especialistas, dijo que en el programa para mejorar la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México, se plasmarán mayores restricciones al sector de transporte de carga, “que funciona principalmente con vehículos a diésel, pero también hay otros sectores que tienen importancia en las partículas PM 2.5, cómo son las vialidades, la suspensión de partículas cuando circulan los vehículos es una fuente muy importante”.
Destacó que el 60 por ciento de las PM2.5 son de origen secundario, es decir, se forman a partir de precursores orgánicos, los mismos que forman el ozono, como las fugas de gas LP, la quema deficiente en estufas y calentadores; así como el uso de productos de limpieza y solventes, por lo que se prevé la emisión de dos nuevas normas sobre esas sustancias.
Horacio Riojas añadió que la contaminación del aire causa aproximadamente 7 millones de muertes prematuras cada año, nueve de cada diez en países de ingresos bajos y medianos, por lo que la implementación de las nuevas guías podría reducir el 80 por ciento de ellas.
“Ahora procede que en México y en cada ciudad se haga una estimación del porcentaje y la cantidad de muertes atribuibles o de enfermedades atribuibles, que se podrían evitar tomando en cuenta las condiciones locales, entonces, a eso se refiere el 80%”
(milenio.com)