México tiene muy buenas leyes en el área de derechos humanos, lo que falta es ponerlas en marcha, consideró la embajadora de Finlandia en el país, Anne Lammilla.
Entrevistada después de la inauguración de la Tercera Jornada “Tendencias de actualidad en los sistemas jurídicos de México y Finlandia”, en el TSJDF, expresó que la parte más complicada de esta legislación es su aplicación “y ahí no creo que sólo México, sino en Finlandia también tenemos que luchar constantemente”.
Recalcó lo que momentos antes había señalado en su discurso: “una economía fuerte es importante para cualquier país, pero no es suficiente, es necesario respetar los derechos humanos porque si estos no se respetan, no habrá seguridad”.
Afirmó que el respeto a los derechos humanos garantiza la paz social en cualquier país y esto es muy bueno para la economía, para las empresas, porque confían en que la ley se cumple y las personas saben que si hay una injusticia, no hay que recurrir a la venganza sino a la ley.
En entrevista posterior el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), Édgar Elías Azar, abundó que el proceso de aplicación de los derechos humanos es algo que debe evolucionar, “es una tarea inacabada y nunca podemos decir de un país ya tiene resuelto el problema”.
Es un asunto que debe ser atendido día a día, minuto a minuto, caso por caso, y coincidió con la embajadora de Finlandia en que el tema de derechos humanos no debe tener fin y que los países deben trabajar siempre sobre ellos.
Afirmó que el TSJDF fue de los primeros tribunales en el mundo en tener sus indicadores en esa materia; “fuimos ejemplo en todo el mundo, y hoy empiezan algunos estados de la República Mexicana y algunos países a copiarnos”.
Al referirse a la tortura, sostuvo que en la ciudad de México sí se han presentado casos aunque han sido muy escasos, para fortuna de todo el sistema judicial del Distrito Federal. El tema ha evolucionado de forma muy favorable, “pero es una actividad en la que no podemos cantar victoria”.
El magistrado subrayó que los jueces tienen que estar muy pendientes en aplicar los protocolos sobre tortura, el tratado de la Convención de Estambul y algunos otros en materia de derechos humanos.
Elías Azar explicó que se involucra a los tribunales en casos de tortura porque finalmente es el juez quien si sospecha de algún caso de tortura, tiene que aplicar los protocolos y denunciar.
Los jueces “somos los instrumentadores de ver que eso se denuncie, se descubra y se castigue”, agregó el presidente del Tribunal Superior de Justicia capitalino.