Especialistas advirtieron sobre la persistencia de regímenes de gobernanza criminal en algunas partes del país, tras la presentación del Índice de Paz México (IPM) 2022.
Al presentar los resultados del estudio observaron que los grupos criminales, especialmente los llamados cárteles de la droga, tienen una fuerte incidencia política así como controles sobre los precios de mercado, sobre la información dentro de una comunidad, e incluso, sobre la prestación de algunos bienes y servicios en dichas áreas.
“En las últimas dos o tres décadas, el crimen organizado ha tenido una enorme transformación y evolución, y en ese sentido, hoy por hoy nuestras mediciones no pueden centrarse exclusivamente en medir homicidios. “Como se han documentado en diversos estudios, el crimen organizado ha desarrollado lo que llamamos regímenes de gobernanza criminal mediante los cuales establece controles políticos, económicos y sociales”, sostuvo la investigadora del CIDE, Sandra Ley, durante la presentación del informe.
La mayor mejora en la paz en 2021 se presentó en Colima, Chihuahua, Tabasco, San Luis Potosí y Sinaloa. En contraste, Sonora, Zacatecas, Nuevo León, Morelos y Michoacán registraron deterioros, estos cinco estados han sido testigos de una incursión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en los últimos años.
El Índice de Estado de Derecho de @TheWJP_mx revela, entre otros indicadores, estancamiento hacia un Estado de derecho robusto, así como debilitamiento de los poderes legislativo y judicial como contrapesos del ejecutivo.https://t.co/Z7EUTQmx86
— Alejandra Ramos (@RdAlexa) May 18, 2022
En el estudio también se detalla que la violencia en México está vinculada a cambios recientes en el panorama de los crímenes de la delincuencia organizada caracterizados por la expansión territorial rápida y violenta de ciertos cárteles más grandes, como el CJNG, así como la proliferación de grupos delictivos más pequeños y la diversificación de la actividad delictiva.
Abundó que luego de un intenso período de fragmentación de cárteles y el surgimiento de nuevos actores delictivos importantes, como el CJNG, los enfrentamientos violentos entre grupos delictivos rivales y las luchas internas han provocado repuntes esporádicos de violencia en algunos estados.
Se explicó que ha habido cambios importantes en el tipo de drogas que las organizaciones han movido a nivel internacional en la última década, ya que el tráfico de mariguana ha caído en picada, mientras que el tráfico de fentanilo ha aumentado considerablemente.
Los estados que registraron los mayores deterioros en sus tasas de homicidios, como Baja California, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas, fueron escenario de continuos conflictos entre cárteles.
La violencia con armas de fuego tiende a ser más intensa en estos estados, donde múltiples organizaciones delictivas compiten por el territorio y las rutas clave del narcotráfico. Las muertes atribuidas a los conflictos de cárteles aumentaron de 669 en 2006 a más de 16 mil en 2020.
A medida que la violencia causada por los crímenes de la delincuencia organizada se intensificó en partes del país, hubo un aumento marcado en el número de personas desplazadas por la violencia en 2021.
Desde 2016, más de 117 mil personas fueron desplazadas internamente, y al menos 44 mil 905 de éstos ocurrieron en 2021.
La mayoría de estos desplazamientos se dieron en Guerrero, con más de 21 mil 800, seguido de Chiapas y Michoacán con más de 14 mil 900 y 12 mil 900, respectivamente.
“En realidad, con todo este bombardeo, esta lluvia de datos, de cifras y de tendencias lo que queremos es mostrar cómo estamos en México frente a un conjunto diverso de violencias que están sucediendo simultáneamente y que intuimos, porque no hemos investigado lo suficiente, intuimos que en algunos están interconectadas, en otros se viran y en otros, tal vez, no tenga nada que ver”, reflexionó Carlos Juárez director en México del IPM.
(milenio.com)