A 40 días de que se incrementó el precio del pasaje en la Ciudad de México, la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) insiste en que no es suficiente para lidiar con los gastos que mover a un pasajero implica, por lo que advirtieron que buscarán los canales para que el gobierno capitalino ponga una parte, como lo hace con la red de movilidad integrada, y así completar los tres pesos que exigía el gremio al inicio de las negociaciones.
“Creemos que es justo que el gobierno, que es el principal responsable de otorgar a los ciudadanos el derecho humano a la movilidad, ponga una parte”, refirieron, toda vez que la ciudadanía ya ha puesto de su bolsillo un peso para movilizarse en el transporte concesionado.
La tarifa que buscarán es de dos pesos por usuario para todas las rutas sin importar el tipo de unidad y piden que entre en vigor a partir de 2023. Así pues, la FAT buscará los canales con el Congreso de la Ciudad de México y el gobierno capitalino a fin de que en el presupuesto de los siguientes años se asignen recursos para un bono donde se compensen esos dos pesos que, aseguran, “les hacen falta”.
Argumentaron que con esta medida, las unidades que son supervisadas en operativos por la Secretaría de Movilidad (Semovi) recibirán mantenimiento por parte de personas profesionales en el área y no de los mismo transportistas que se han vuelto mecánicos, electricistas y lavacoches a falta de ingresos.
“Ese peso, que sin duda ha sido bienvenido, es apenas un respiro pero no el oxígeno necesario y suficiente para tener la fortaleza económica que se necesita para cumplir con la mejora de servicio a los niveles que esta ciudad se merece”, insisten.
En conferencia de prensa, la FAT criticó que el gobierno capitalino se jacte de invertir 80 mil millones de pesos para mejorar el transporte, pero destine menos del cuatro por ciento de ese recurso al transporte público concesionado, que abarca también al Metrobús y los bonos de chatarrización para microbuses, autobuses de corredor y vagonetas, unidades que, según refieren, transportan a más del 50 por ciento de pasajeros por el área metropolitana.
Aun cuando el pasaje de la Ciudad de México es el más barato de todo el país, la FAT recordó que lo es a costa de los ciudadanos que pagan impuestos. El costo real del pasaje en el Metro es de 16 pesos, el del Trolebús es de 12 y el Tren ligero cuesta 29, mientras que el costo real del RTP es de 15 pesos. En ese sentido, el gremio de transportistas refiere que viajar en sus unidades tiene un costo real de 13.50 pesos por pasajero.
(milenio.com)