La legisladora del PRD Fabiola Rafael Dircio propuso adicionar el artículo 266 Ter al Código Penal Federal, para que menores de edad que sean víctimas de hostigamiento sexual, abuso sexual, estupro y violación sean acompañados a presentar la denuncia por algún síndico del ayuntamiento o el o la presidenta del Sistema Municipal DIF.
La iniciativa, que fue enviada a la Comisión de Justicia, expone que el abuso en contra de niñas, niños y adolescentes se agudizó a raíz de la pandemia por covid-19 y la ausencia de denuncia no permite que se castigue a los abusadores por lo que este delito continúa en ascenso.
La diputada perredista señaló que, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en México los casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes casi nunca son denunciados, los motivos suelen ser varios, entre los cuales destaca el temor al agresor, estigmatización, desconfianza en las autoridades o por desconocimiento de los derechos.
Indicó que datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México, señalan que los altos índices de impunidad se mantienen en un 97 por ciento. Es decir que, de cada 100 carpetas de investigación, donde los niños son víctimas de un delito, sólo tres logran algún tipo de sentencia o proceso.
Esta denuncia puede presentarla el niño, niña o adolescente en compañía de una persona adulta, o por escrito, y ratificarla ante la Fiscalía para Delitos Sexuales o la Fiscalía de la Defensa del Menor. Sin embargo, actualmente no está permitido en la legislación que las y los síndicos municipales y a la o el presidente del Sistema Municipal DIF puedan acompañar a la víctima a presentar la denuncia.
Con esta iniciativa, “se busca incentivar el proceso de acompañamiento de la denuncia del abuso contra las o los menores, dado que, en muchos casos, la o el agresor es la persona encargada del cuidado de las y los menores de edad”, afirmó la perredista.
Rafael Dircio expuso que, de acuerdo con especialista en temas relacionados con la violencia contra niñas, niños y adolescentes, “antes de la pandemia era la propia comunidad, las y los compañeros escolares, así como las maestras y maestros, las y los vecinos, quienes generaban las alertas y promovían la protección de las y los pequeños abusados; sin embargo, a partir del confinamiento, las y los niños estaban en una mayor situación de vulnerabilidad, encerrados con quienes las y los agreden”.
Por último, afirmó que el Sistema DIF también manifestó que “quienes llevan a cabo esta práctica, emplean su poder, autoridad y fuerza, así como el engaño y la mentira; puede ser un familiar, conocido de la familia, vecino, profesor, cuidador e incluso el padre o la madre, mismos que abusan de la confianza depositada en ellos o ellas y utilizan premios, amenazas verbales, castigos, y generan miedo o violencia física contra el o los menores abusados”.
(milenio.com)