El movimiento estudiantil iniciado en el otoño de 2014, que generó acuerdos históricos derivados de una mesa de diálogo público con el gobierno federal, es un parteaguas que marca un antes y un después en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
El director general del IPN, Enrique Fernández Fasnacht, señaló lo anterior durante la ceremonia de entrega de la presea “Lázaro Cárdenas 2015” a estudiantes destacados, en la Residencia Oficial de Los Pinos.
En el acto que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto, Fernández Fasnacht dijo que ese diálogo tuvo como fondo “una mayor apertura democrática. Se presentaron exigencias y protestas, pero también propuestas sobre diversos temas y problemas”.
Recordó que entre los compromisos alcanzados se encuentran la derogación de un reglamento y la creación de una defensora politécnica de los derechos individuales y colectivos.
Asimismo, la organización del Congreso Nacional Politécnico, la cancelación de remuneraciones especiales a ex directores y reordenación del destino de dichos recursos.
También auditorías de desempeño, investigación a organizaciones estudiantiles, mayor presupuesto para el IPN, mayor transparencia, incremento de becas, estudio de las necesidades de infraestructura y renuncia y destitución de funcionarios, entre otros.
Explicó que la renovación integral del instituto no partirá de cero, “no se edificará sobre ruinas ni implicará borrón y cuenta nueva”, sino que se proyectará a partir de dos grandes procesos que nos podrán re pensar y re definir el rumbo: el Congreso Nacional Politécnico y el nuevo Plan de Desarrollo Institucional.
En la ceremonia en la que se galardonó a 12 estudiantes de excelencia, dijo que se ha dado seguimiento a los compromisos contraídos en ese diálogo, y se construye la plataforma para despegar hacia una renovación integral, sin afectar principios y fundamentos originales.
A su vez, el alumno de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas, Jesús Sagaón, invitó al gobierno federal a invertir más en la educación y en el apoyo a la industria nacional, en especial a las pequeñas y medianas empresas.
En el mismo sentido, convocó a los mexicanos “a invertir y confiar más en lo hecho y diseñado en México, por mexicanos como nosotros, pues sólo el trabajo en conjunto nos permitirá llevar a nuestro querido país a buen puerto, beneficiándonos así, de la capacidad intelectual del pueblo mexicano, impulsando la técnica al servido de la patria”.
Señaló que el país se encuentra ante el reto de pasar del desarrollo de la ciencia básica, la ciencia aplicada y la innovación tecnológica, a la transferencia de dichos resultados a la población, a través de la vinculación con la industria y las empresas mexicanas.
Para así, destacó, dejar “de depender tanto de los bienes y servicios que nos venden los países desarrollados”.
“México necesita que el trabajo de sus licenciados, ingenieros, maestros en ciencia y doctores altamente calificados, sea la base para satisfacer las necesidades del pueblo mexicano desde territorio mexicano”, finalizó.