El Instituto Hispanoamericano de Suicidología señaló que en promedio, tres de cada 100 jóvenes con discapacidad adquirida se suicidan, al no poder hacer frente a su nueva condición.
El fundador de esa asociación civil, Alejandro Águila Tejeda, expresó en entrevista que en México el suicidio es la segunda causa de muerte en personas de entre 15 y 24 años, sin importar su condición, por lo que es necesario fortalecer la atención sicológica a ese sector.
La discapacidad que más impacta es la ceguera cuando se sufre en la juventud o en la vida adulta, aun cuando puede ser menos aparatosa que una amputación o la invalidez.
Entre “quienes adquieren una discapacidad, los primeros tres meses de haber sucedido los hechos es el lapso en que están en mayor riesgo de suicidarse por la depresión y la ansiedad que les causa su nueva condición física”.
“Durante la juventud es cuando más sucede, incluso en personas que nacieron con la discapacidad, por eso es importante darles apoyo sicológico”, indicó el especialista.
Los trabajos de rehabilitación física deben ir acompañados por rehabilitación emocional, porque en ocasiones sólo se les envía al siquiatra para que los mediquen, sin que dicha situación los ayude a superar la pérdida.
En su opinión, debería surgir la especialidad de “suicidología”, para abordar de mejor manera la problemática de los jóvenes que enfrentan esa situación y apoyar a sus familiares
Águila Tejeda agregó que las estadísticas de suicidios en jóvenes se hacen de manera general y se desconoce cuántos de ellos son personas con alguna discapacidad.