Mario Rueda Beltrán, director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró difícil evaluar a los maestros si no está claro cuál es el papel que se espera que desempeñen.
Reunido con los investigadores Imanol Ordorika, Manuel Gil Antón y Manuel Rodríguez Gómez, del Instituto de Ciencias Sociales de la UNAM y del Centro de Estudios Sociológicos, respectivamente, el experto en evaluación pidió preguntarse si los mentores tienen las condiciones necesarias para que se obtengan buenos resultados en los aprendizajes.
En el Foro Reforma Educativa y Evaluación Docente, que se efectúa en la Biblioteca Nacional de la máxima casa de estudios del país, Rueda Beltrán destacó la importancia de dimensionar la dificultad de lo que es el sistema educativo en sí mismo y los problemas y carencias que tiene.
Expuso que “sería necesario buscar ese equilibrio, estas condiciones mínimas de funcionamiento antes de pensar en cualquier otra acción”.
A decir del experto, esa situación de reformas y particularmente la centralidad de la evaluación no tomó de manera suficiente en cuenta las características del sistema educativo mexicano.
“Es decir, estamos hablando de millones de estudiantes distribuidos en un territorio muy vasto, con todavía muchas dificultades de acceso para llegar a muchas escuelas, con una disparidad tremenda de infraestructura.
“Hay escuelas muy bien equipadas y otras donde no llegan los libros de texto. Hay unas donde no hay salones, agua o luz; es decir hay condiciones de infraestructura realmente muy dispares”.
Planteó que existe una presencia multicultural que en algunos estados es muy grande, no solamente por la cantidad de niños que asisten a la escuela, sino por la diversidad de niños que coexisten en ciertas zonas del país.
“Hasta hace muy poco tiempo se empezó a hablar de la interculturalidad y demás, pero hace muy pocos años y de todas maneras eso todavía no se refleja en planes y programas. Toda esa parte está omitida”.
Añadió que también hay presencia de modalidades. Más de 40 por ciento de las escuelas de educación básica tienen salones multigrado. Quiere decir que el maestro tiene alumnos de tres grados distintos, algunos haciendo las labores de maestros y de directivos al mismo tiempo.
Hay formaciones distintas, es decir los profesores que están en las aulas han sido formados de manera diferente lo que, reiteró, “es muy difícil evaluar”.