Al pronunciarse por el 98 Aniversario de la Constitución de 1917, la senadora Martha Palafox Gutiérrez, del Partido del Trabajo, destacó que la Constitución promulgada el 5 de febrero de 1917 conservó gran parte del texto de la de 1857, adaptándose a la realidad social vigente.
En el marco de la sesión en el Senado de la República destacó que a pesar de ser reformada en más de 200 ocasiones en materia de derechos individuales y salud, entre otros, persiste disparidad social, pobreza, discriminación a pueblos y comunidades indígenas, carencia en sistemas de salud y en educación pública
Por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el senador Jorge Aréchiga Ávila, celebró que a 98 años de la primera publicación de la Carta Magna, el contexto constitucional ha evolucionado incorporando continuamente nuevos derechos y obligaciones.
En materia ambiental, se logró consenso para incorporar al Artículo Cuarto Constitucional dos derechos fundamentales: de medio ambiente sano y el derecho al agua, lo que consolida la soberanía mexicana que reside esencial y originariamente en el pueblo y por tanto, máxima expresión de su autodeterminación.
La legisladora Mónica Arriola Gordillo, de Nueva Alianza, destacó que al transcurrir los años, tanto el país como los mexicanos han cambiado.
Sin embargo el objetivo que se persigue es el mismo: el bienestar de la sociedad, cuyos caminos tienen senderos comunes obligatorios para toda nación: el respeto irrestricto de los derechos humanos de las personas por encima de cualquier política de acción es vital para el éxito de la misión.
Esto, dijo, debe ser sencillo siempre que se base en la cultura de la legalidad, instruida bajo el cumplimiento de la Constitución y la ley, pues esto no se negocia y su incumplimiento no se tolera.
En este aniversario, agregó, más que regocijo se debe continuar la lucha por la observancia absoluta de los derechos humanos, a materializar el espíritu del Estado de derecho y a profundizar en la institución de una cultura de legalidad que gobierne el porvenir.
El senador Benjamín Robles Montoya, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró que el Senado tiene la responsabilidad de preguntarse si la Constitución vigente responde a las necesidades de nuestro tiempo.
Si necesita renovarla y adecuarla para que su letra sea parte de la vida cotidiana de las personas y no sólo instrumento de abogados y jueces, de letrados y legisladores.
Se pronunció por una Constitución que sea conocida, difundida, hecha propia por el pueblo, por los hombres y las mujeres de la Patria y además, garantice no sólo los derechos sociales, sino que propenda a su efectividad y limite el poder público, pero al mismo tiempo establezca una ética en los hechos para el ejercicio de la autoridad.
Del Partido Acción Nacional, la senadora María del Pilar Ortega Martínez indicó que en esta Legislatura se han emitido 14 decretos de reforma a la Constitución.
Con ellos se mejoraron las leyes electorales, el sistema de protección a los derechos humanos, la procuración y administración de justicia y dotado al país de un nuevo sistema de justicia penal, entre otros.
Sin embargo, desde su punto de vista aún hay retos, por lo que de cara a la celebración del Centenario de la Carta Magna y ante la necesidad de abordar los problemas que como nación nos aquejan, es necesario revisar la coordinación entre estados, federación y municipios.
La senadora Mayela María de Lourdes Quiroga Tamez, del PRI, recordó que para destacar la importancia de la Constitución, en 2013 el Ejecutivo federal convocó a los tres Poderes de la Unión a suscribir el acuerdo para crear el Comité para la Conmemoración del Centenario de la Constitución de 1917.
El cual, dijo, coordinará un programa de actividades para recordar la importancia histórica de la Constitución y la contribución al desarrollo político, económico y social del país.
La legisladora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) señaló que como legisladores tienen la responsabilidad de respetar y mantener la esencia que inspiró a los constituyentes de 1917 y que sentó las bases para el México moderno.
Pero al mismo tiempo se deben interpretar las necesidades de la época para modificar lo necesario, a fin de mejorar el marco normativo del país en respuesta a los cambios inherentes a la sociedad, puntualizó.