La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, destacó que su país en los últimos años hizo un enorme esfuerzo al sacar de la pobreza a 36 millones de brasileños y los llevó a la clase media.
Ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y en sesión solemne para recibirla, expuso que ahora más de 52 por ciento de la población brasileña es de clase media. “Por ello, creemos que Brasil hoy tiene un gran mercado interno, una población que desea consumir”.
En su discurso ante senadores y diputados mexicanos, resaltó que es muy importante que esa población tenga acceso a educación de calidad y que las economías sean capaces de agregar valor y de entrar en la era del conocimiento.
La mandataria sudamericana llamó a ampliar no sólo el intercambio comercial, sino también el cultural y educativo entre las dos naciones y en ese rol pidió al congreso mexicano respaldar estos acercamientos.
Argumentó que ambos países tienen un papel relevante por cumplir en ese proceso “ya que es aquí en el congreso mexicano, y en Brasil en el congreso brasileño, que se ven reflejadas la vitalidad de las fuerzas democráticas de nuestras sociedades y es aquí que se canaliza el anhelo común por derechos, dignidad y bienestar”.
“Estamos conscientes de que tenemos que diversificar nuestro comercio para poder abarcar cada vez más bienes y servicios y es por eso que surge la importancia de ampliar el AC-53, el Acuerdo de Complementación Económica número 53, al introducir nuevos productos y reducir aranceles y también ampliar el comercio en sí”, abundó.
Reconoció que las economías mexicana y brasileña probaron que más que competidoras son complementarias y el estrechamiento de las relaciones de México y Brasil es positivo para los dos países.
Pero también es positivo para toda la región, especialmente en este contexto actual de desaceleración económica mundial; “y digo que también es extremamente relevante para toda la economía internacional”, mencionó.
La presidenta de Brasil, a nombre del pueblo y de su gobierno envió un mensaje de condolencias a México por lo ocurrido en Ciudad Acuña, Coahuila, donde fallecieron más de una decena de personas por un tornado el pasado lunes.
A su vez, el presidente de la Comisión Permanente del Congreso, Luis Miguel Barbosa Huerta, dijo que se debe comprender de una vez que México y Brasil “son aliados, no adversarios”.
Explicó que ambos países comparten pasiones por la música, la literatura, el deporte, el rodar por un balón y en ese sentido, dijo, deben trabajar juntos por la unidad latinoamericana.
Agregó que las dos naciones “no debemos desgastarnos en construir barreras en materia comercial, sino México y Brasil deben ser aliados, sumar esfuerzos en nuestras relaciones con Estados Unidos, con Canadá, Europa, Asia y otras regiones del mundo”.