América Latina y el Caribe presentan el mayor crecimiento en la participación de las mujeres en la fuerza laboral, sin embargo aún se mantienen por detrás de la intervención de los hombres.
Dichos datos fueron confirmados en el informe “El progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016: transformar las economías para realizar los derechos”, elaborado en siete ciudades del mundo por la Organización de las Naciones Unidas Mujeres (ONU Mujeres).
El estudio revela que entre 1990 y 2013, la participación de la población femenina en la fuerza laboral pasó de 40 a 54 por ciento, sin embargo aún está muy lejos de la participación de los varones con 80 por ciento.
Al respecto, la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, Luiza Carvalho, dijo además que 59 por ciento de los empleos de las mujeres en la región se ubican en el sector informal.
Esto significa que no cuentan con el amparo de la legislación laboral ni de protección social, al tiempo que 17 de cada 100 latinoamericanas económicamente activas son trabajadoras domésticas remuneradas, labor que generalmente es informal y tampoco está protegido por la legislación.
El documento pone en relieve las brechas persistentes en las remuneraciones de hombres y mujeres, ya que a nivel mundial ellas cobran en promedio 24 por ciento menos que los varones; en América Latina y el Caribe la cifra es de 19 por ciento y en el caso de México, entre 18 y 19 por ciento.
“El informe pone de relieve cómo las economías han fallado en garantizarles a las mujeres su empoderamiento y el pleno ejercicio de sus derechos económicos y sociales, tanto en países ricos como en países pobres”, abundó.
La directiva también comentó el sector femenino de las sociedades es especialmente vulnerable a la inseguridad económica y la dependencia financiera.
Precisó que en toda la región, las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de acceder a ingresos propios, ya que en 2013, sólo 13 por ciento de los varones no tenían acceso a ingresos propios, en comparación con 29 por ciento de las mujeres.
Luiza Carvalho señaló que en la actualidad, 73 por ciento de la población del mundo cuenta solo con protección social parcial o carece de ella por completo, y a este último grupo pertenecen las mujeres.
Un ejemplo es que en Belice, Costa Rica y Panamá, detalló, entre un cuarto y un tercio de las mujeres hacen aportaciones a un plan de pensiones, frente a más de la mitad de los hombres. La brecha de género es de 14.6 por ciento en Uruguay, de 13.8 por ciento en México y de 10 por ciento en Brasil.
De acuerdo con el estudio, en México las madres solteras y sus hijos tendrían el doble de probabilidades de vivir en la pobreza si no contaran con transferencias sociales públicas.
“Las políticas macroeconómicas pueden y deben respaldar el cumplimiento de los derechos de las mujeres, creando economías dinámicas y estables, generando empleos decentes y movilizando recursos para financiar servicios públicos esenciales”, añadió.
El estudio se llevó a cabo en las ciudades de Alejandría, Egipto; Bangkok, Tailandia; Distrito Federal, México; Londres, Inglaterra; Nairobi, Kenia; Nueva York, Estados Unidos; y Sydney, Australia.