Con la llegada de los materiales para su rehabilitación, en agosto estaría listo un primer tramo de la Línea 12 del Metro, para verificar que los cambios en su infraestructura sean los correctos, y pueda de esta forma volver a reiniciar el servicio en noviembre próximo.
El encargado de la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno del Distrito Federal (Sob-se), Edgar Tungüí Rodríguez, señaló que actualmente llevan un 34 por ciento de avance en la obra, por lo que esperan cumplir con el objetivo programado por el gobierno de la capital.
“La idea es tener el primer tramo rehabilitado en agosto, de tal forma que podamos realizar las pruebas con el tren instrumentado y a partir de ahí no parar hasta el mes de noviembre”, afirmó durante un recorrido a los talleres de mantenimientos de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
De acuerdo con el funcionario, ya llegaron las primeras 200 toneladas de rieles, de las mil 350, mientras que en julio y septiembre recibirán los otros dos pedidos, para cambiar alrededor de 21 kilómetros de vías, que se vieron afectadas por el desgaste ondulatorio.
Tungüí Rodríguez expuso que hay una diferencia importante en el perfil del nuevo riel con el anterior, ya que su superficie de apoyo es más grande y la de contacto también es de mayor superficie, a fin de ser utilizado en las curvas con menos de 550 metros de radio.
Y es que, explicó, además tener una base más ancha el nuevo riel, está fabricado con un material endurecido que permite una mayor carga, de 20 toneladas contras las 15 del original, lo que sumado a las fijaciones que se harán, la vía tendrá mayores puntos de apoyo y se reducirá el desgaste.
“En todos los sitios donde se ha detectado el desgaste ondulatorio, una de las primeras medidas es utilizar rieles que aguanten una mayor capacidad, por eso colocaremos esto rieles de alta dureza”, señaló el encargado de la Secretaría de Obras y Servicios.
Asimismo, indicó que ya cuentan con los 200 metros cúbicos del balasto (las piedras que están entre los rieles), que equivalen a 340 toneladas, los cuales sirven para dar una mayor estabilidad a la vía.
De acuerdo con el titular de la Sob-se, para poder encontrar el balasto adecuado tuvieron que revisar alrededor de ocho bancos diferentes, para hallar el que cumpliera con la especificación solicitada.
“Sacamos muestras, se revisaron aquí en México, mandamos algunos metros cúbicos a Francia a un laboratorio para certificar que cumpliera con la volumetría y con la dureza necesaria, para sustituir el que existe en el tramo llevado”, precisó.
Además, indicó que la maquinaria necesaria para emprender la obra está por llegar de España, comprendida por balasteras para el traslado del material, plataformas, equipo topográfico, equipos de remolque y una retroexcavadora adaptada.
“El desgaste ondulatorio es un fenómeno normal en las vías, lo que estamos buscando es que no aparezca de forma rápida, sino que se largue con estos cambios, además del mantenimiento”, agregó.
Datos de la Secretaría de Obras y Servicios señalan que actualmente registran un avance en el esmerilado de soldadura del 97 por ciento, con casi mil 200 uniones terminadas; la aplicación de soldadura aluminio-térmica tiene un avance del 73 por ciento; y la inspección con ultrasonido de las soldaduras preexistentes del 63 por ciento.