El asesinato de la activista transgénero Samantha Carolina Gomes Fonseca pudo haber sido ordenado desde el interior del Reclusorio Sur, ya que presuntamente tuvo un problema con un interno de La Unión Tepito, revelaron autoridades de la Ciudad de México.
De acuerdo con las autoridades consultadas que siguen de cerca el caso, refirieron que el incidente se registró días antes de que Samantha Gomes acudiera este domingo al penal a visitar a su cónyuge.
Dejaron claro que lo anterior forma parte de una línea de investigación que tiene en sus manos la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, dependencia que indaga el suceso.
Mariana “N”, trabajadora doméstica dijo que junto con su hijo menor acompañaron al penal a Samantha Gomes.
Los policías que llegaron al lugar del crimen, en los alrededores del penal, reportaron al menos ocho impactos de bala en el vehículo.
Ahí se entrevistaron con Mariana quien narró que su jefa fue a ver a Daniel “N” quien se encuentra interno en el reclusorio.
Al salir de la visita, tomaron un taxi de la aplicación Didi y que a la altura de la cañada, a las afueras del convento del Niño de la Suerte, ubicado en Antiguo Camino San Pablo, frente al número 7, escucharon detonaciones de armas de fuego, pensando que era pirotecnia, momento en el cual su patrona le pidió que la llevaran al hospital porque estaba sangrando.
La testigo manifestó a los policías que Samantha andaba en campaña para lanzarse a senadora por el partido Morena y que había sido diputada por el partido Nueva Alianza y actualmente trabajaba en el gobierno.
Los policías reportaron que el vehículo Nissan Versa color gris con placas NWG5904 del Estado de México que manejaba José Rodrigo “N” presentaba daños en la parte trasera.
El chofer indicó que le habían solicitado un viaje, y que la usuaria se encontraba en la parte trasera inconsciente con manchas de sangre a la altura de las costillas.
(milenio.com)