El ajuste presupuestal anunciado por el gobierno Federal obligará a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a asumir el compromiso con la responsabilidad financiera de incrementar su eficiencia con menos recursos.
Así lo señaló el titular de la Semarnat, Juan José Guerra Abud, luego de participar en la inauguración del Taller “Perspectivas y Retos para la Evaluación de la Política Nacional de Cambio Climático en México”.
En entrevista, el funcionario federal advirtió que el ajuste afectará principalmente a las inversiones en las comisiones Nacional del Agua (Conagua) y Nacional Forestal (Conafor).
Explicó que hoy la prioridad de la Semarnat en materia de obras es terminar de buena manera todo lo que se ha iniciado, antes de llevar a cabo cualquier otro proyecto.
Guerra Abud estimó que el ajuste presupuestal implica una reducción de 10 mil millones de pesos, principalmente en la Conagua, lo que implica una evaluación de lo que se está haciendo para ver qué proyectos se van a diferir.
Manifestó su confianza en que este ajuste conduzca a la dependencia a ser “más eficiente con mucho menos inversión y apegarnos al 100 por ciento a la responsabilidad financiera que nos está pidiendo el presidente Enrique Peña Nieto y la Secretaría de Hacienda”.
En el caso de la Conafor, explicó que va a mantener su programa de servicios ambientales y control de incendios forestales “y a lo mejor donde se va a tener que hacer un ajuste es en los programas de plantaciones forestales comerciales”.
Recordó que el año pasado hubo muy pocos incendios forestales, por varias razones, como lluvias, pero también porque dieron resultado “los programas de capacitación de Conafor, aunado a la labor de los seis centros regionales que se instalaron en diversas partes del país”.
Esto, indicó, “nos permitió actuar mucho más rápido y de forma eficiente y poder atacar los incendios con mejor tecnología”.
Con respecto al caso de Dragon Mart, a pregunta expresa aclaró que no fueron omisos en la autorización de dicho proyecto, y muestra de ello es que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) está actuando.
Aclaró que en un principio la información proporcionada a la Semarnat era que no se trataba de un problema federal, además de que se argumentó que no había impacto ambiental.
Sin embargo, se pidió al procurador que realizara una nueva revisión, cuyos resultados llevaron a la empresa a la situación en la que se encuentra.
Señaló que solicitó al titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, que hiciera la revisión de muchos proyectos que en su momento también serán sometidos a inspección, para garantizar el cumplimiento de la normatividad ambiental.