Con una veintena de sabores de frutas, verduras y granos, los “curados” mantienen vivas las pulquerías en la delegación Xochimilco, donde se encuentran establecimientos con más de 45 años de existencia.
Sobrevivencia que han tenido a lo largo de esos años, frente a la competencia de bebidas como la cerveza que fue introducida al país en el siglo pasado, lo que provocó la reducción de venta de pulques finos hasta en un 50 por ciento.
La demarcación resaltó que prueba palpable del éxito en la venta de pulques finos es “El templo de la Diana”, la cual fue fundada en 1971 y forma parte de las pulquerías que aún subsisten en Xochimilco.
Refirió que esta pulquería está ubicada en la esquina de Francisco I. Madero y 5 de Mayo en el barrio Santa Crucita en el Centro de Xochimilco, sitio fundado por Gabriel Granados Cabello y actualmente administrado por la familia Olvera, cuyos antepasados tienen casi cien años como expendedores de esta bebida en la demarcación.
En esta pulquería, comentó en un comunicado, se dan cita mujeres y hombres de todas las edades y estratos sociales, a quienes se les ofrece pulque traído del estado de Hidalgo, el cual pasa por una revisión sanitaria para poder entrar al Distrito Federal.
Detalló que en dicho proceso se verifica el estado etílico del pulque para que no sobrepase el seis por ciento y una vez que ha llegado al establecimiento, la familia Olvera se dedica a “curarlo”, es decir, a mezclarlo con frutas, granos y verduras.
La gama de “curados” es extensa; se pueden encontrar sabores salados como: jitomate, ostión, betabel y apio; y sabores dulces como: piñón, nuez, piña, coco, avena, cacahuate, fresa y mamey; además de los especiales como: amaranto, grosella y cempasúchil que se prepara el Día de Muertos.
Destacó que el ambiente que se vive dentro de este expendio pulquero es complementado por la música de una vieja rockola y del acordeón de los grupos norteños que se dan cita en este lugar de gran tradición.