Alrededor de 130 mil personas en México esperan un trasplante de un riñón debido a la Enfermedad Renal Crónica (ERC) en etapa 5 que padecen, informó el nefrólogo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Ernesto López Almaraz.
De este número de enfermos, solo 80 mil pacientes, el 61.5 por ciento, tienen acceso a algún tipo de terapia sustitutiva y solo 11 mil están registrados en la lista de espera del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), para recibir un riñón donador.
Sin embargo, el especialista asegura que esta lista no refleja el número de pacientes que están en protocolo de estudio para trasplante de donador vivo, “de modo que esta cifra es mayor”.
“Desafortunadamente muchos de estos pacientes son diagnosticados con ERC en etapas avanzadas (4 o 5), cuando el tratamiento idóneo que se puede ofrecer es el trasplante, ya que le garantiza al paciente mayor tiempo de vida”, dijo en un comunicado.
López Almaraz hizo hincapié en las medidas y campañas para reducir la obesidad y sobrepeso que en el corto plazo mostrarían resultados. “Urge modificar hábitos de alimentación y actividad física en niños y adolescentes”, subraya.
Advierte que los pacientes con factores de riesgo para el desarrollo de ERC son los diabéticos, hipertensos o con antecedentes familiares, por lo que se debe detectar a tiempo a través de estudios de daño renal para impedir el avance de la enfermedad.
Además, lamenta que en México no exista un Registro de Pacientes Renales, pues solo se cuenta con los datos que proporcionan las distintas instituciones de salud, algunos organismos no gubernamentales y empresas privadas.
“Para tener una idea del problema, existe la iniciativa de la Fundación Mexicana para la Salud, de implementar este registro, pero no hay nada en concreto”, dijo.
También menciona que el Cenatra no tiene un Registro único de Pacientes en espera de algún órgano, así como la trazabilidad de éstos, por lo que no se cuenta con estadísticas confiables sobre los desenlaces una vez realizado el trasplante.
“Entonces, no es únicamente incrementar números, sino mejorar desenlaces y sobrevida de los trasplantes de órganos como sucede en otros países”, afirma.