Tokio.- El presidente de Vanuatu, Baldwin Lonsdale, apeló hoy a la comunidad internacional para que envíe “ayuda urgente” a su país, devastado por el ciclón Pam, de categoría cinco, en lo que podría ser uno de los peores desastres en la historia del Pacífico.
“En nombre del pueblo de Vanuatu y del gobierno, pido ayuda urgente a la comunidad internacional para poder hacer frente a esta devastación”, dijo el mandatario, de visita en Japón.
Lonsdale participa en la Tercera Conferencia Mundial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Reducción de Riegos de Desastres Naturales.
El ciclón Pam arrasó este sábado el archipiélago de Vanuatu, en el Pacífico Sur, donde dejó al menos ocho muertos y 20 heridos, aunque el número de afectados se desconoce, ya que la información es escasa debido a la interrupción de la energía y de las líneas de comunicación.
“No sé cuál sea la magnitud del impacto del ciclón, pero hago un llamado de ayuda urgente para superar esta situación”, dijo el presidente “con el corazón destrozado”, según reportes de prensa.
En Bélgica, la Comisión Europea anunció que liberó un millón de euros (un millón 57 mil dólares) como ayuda inicial para atender la emergencia por la devastación causada por Pam.
Los recursos estarán destinados a la población más afectada para proporcionarle refugio, agua y medicinas.
La responsable de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, aseguró que la mancomunidad “será parte de los esfuerzos de respuesta y recuperación inmediata”, reportó la agencia italiana Ansa.
Agregó que la UE envió expertos para evaluar las necesidades humanitarias y coordinar los esfuerzos con otras organizaciones de ayuda.
La Organización de las Naciones Unidas indicó que el ciclón devastó las islas del archipiélago, lo que podría ser uno de los peores desastres en la historia del Pacífico.
Medios de prensa citaron testigos desde la capital Port Vila, que dijeron que comunidades enteras, donde muchas de las casas están construidas con techos y paredes de paja, fueron simplemente arrasadas por los vientos.
La Cruz Roja Australiana advirtió de que la destrucción causada por el paso del ciclón es “increíble” y que las necesidades humanas serán “enormes”.