El ajuste al gasto anunciado por el gobierno federal tendrá un impacto “menor” sobre la economía mexicana y “limitado” hacia la gran mayoría de mexicanos, consideró el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens.
Entrevistado al término de su participación en la reunión plenaria de los diputados federales del Partido Acción Nacional (PAN), dijo que en la medida que el ajuste está más cargado hacia el gasto corriente, el impacto sobre la economía “sería menor”.
Además, mencionó, la Secretaría de Hacienda ha señalado que se protegerán al máximo todos los programas de índole social y, en ese sentido, “creo que el impacto hacia la gran mayoría de los mexicanos, sobre todo de los más necesitados, debería ser limitado”.
El banquero central estimó que las medidas de ajuste adoptadas por el gobierno federal, junto con la disposición del Banxico de apretar la política monería ante un riesgo inflacionario, “eso le debería de dar un límite a la depreciación del tipo de cambio”.
“De hecho, si el entorno externo se mejora, no sería de sorprender si el peso se aprecia”, agregó, al destacar que lo importante en este entorno externo adverso, es que hay una convicción del gobierno federal de mantener las condiciones macroeconómicas sólidas, “y es una convicción que la comparte el Banco de México”.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció este viernes un ajuste al gasto del sector público durante 2015 por 124 mil 300 millones de pesos, lo que representa 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
De este monto, se recortarán 62 mil millones de pesos al presupuesto de Petróleos Mexicanos, 10 mil millones de pesos al de la Comisión Federal de Electricidad y 52 mil 300 millones de pesos a dependencias y entidades del gobierno.
Del ajuste a estas últimas, 65 por ciento corresponde a gasto corriente (34 mil 100 millones de pesos) y el 35 por ciento restante (18 mil 100 millones de pesos) a gasto de inversión. Además, se hará una revisión integral del gasto público para elaborar el Presupuesto de 2016.
Carstens precisó que es un poco anticipado dar un pronunciamiento sobre el impacto de estos recortes sobre la actividad económica, pero adelantó que el Banxico analizará con mucho detalle este tema y dará su previsión en su próximo informe trimestral, a publicarse el 18 de febrero próximo.
Aunque hay que analizar sobre todo la composición del ajuste, consideró que en la medida en que esté más cargado al gasto corriente, el impacto sería “menor” y “no debería ser tan importante”, además permite mantener condiciones macroeconómicas estables, lo que ayuda a tener tasas de interés más bajas, lo que a su vez beneficiaría a la economía en su conjunto.
En su informe de política monetaria para 2015, difundido este viernes, el Banxico planteó que ante un entorno externo más complicado, se debe fortalecer el marco macroeconómico, y destacó que los ajustes al gasto público anunciados por el gobierno federal van en esa dirección.
Carstens opinó que el gobierno mexicano debe mantener la flexibilidad de ajuste de sus políticas económicas, de tal manera que puede distinguirse entre países emergentes y de esa manera preservar su acceso al financiamiento, en un entorno en el cual este año es muy factible que haya mayor astringencia de recursos ante una posible alza de tasas de interés en Estados Unidos.
Destacó que uno de los grandes valores que tiene le ajuste fiscal que se determinó, es suavizar también el impacto para 2016 dado que es previsible que duren por tiempo prolongado los precios del petróleo débiles, lo que es un buen propósito de la Secretaría de Hacienda.
Señaló que fue razonable ajustar el gasto ante la caída de los precios del crudo, luego de que como país y gobierno, en México se había acostumbrado a gastar con ingresos provenientes de un precio del petróleo entre 80 y 100 dólares, pero ahora estos ya no se tienen.
“Sobre todo, cuando parece que esa caída es bastante durable; va a ser cuestión de años, no de meses, que regresemos a los niveles anteriores”, dijo al estimar que fue razonable ajustar el gasto al nivel de ingresos actual.
Dado que el gobierno ha dicho que no aumentará impuestos, la otra alternativa sería mayor deuda, lo cual al final implicaría mayores impuestos en el futuro, ante lo cual “la deuda no es una salida y nos tenemos que ajustar a un nivel de ingreso menor”.
Carstens resaltó que la reforma fiscal ha fortalecido los ingresos, y en ausencia de ese cambio estructural, el ajuste al gasto hubiera sido mayor, por lo cual afirmó que “sí tuvo valor la reforma fiscal”.
Comentó que hay factores diferenciados en la economía mexicanas, pues hay sectores que están repuntando, hay una expectativa de mayor crecimiento y ha venido mejorando la confianza del consumidor, un indicador de cómo la gente siente el panorama.
Lo importante, subrayó, es ver hacia adelante para que al país le vaya mejor y contrarrestar con acciones precisas el entorno adverso que se ha presentado, entre ellas acelerar la implementación de las reformas estructurales.
“Hay que ver hacia adelante, tenemos un buen marco enfrente de nosotros, tenemos reformas estructurales de gran envergadura ya aprobadas, sería muy oportuno que éstas pudieran mostrar sus bondad lo antes posible”, agregó.