Hoy día, la diputada federal del PAN, Aurora de la Luz Aguilar Rodríguez, es la primera mujer en ocupar la presidencia de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en la Cámara de Diputados, pero hace 20 años sufrió discriminación laboral por ser mujer.
Oriunda de Tlaxcala, licenciada en Administración de Empresas, madre de dos hijas, diputada federal por primera vez, la panista ha tenido que luchar duro para llegar a la posición que ahora desempeña en el Congreso de la Unión.
Aguilar Rodríguez refiere que hace 21 años fue a solicitar trabajo, por necesidad, a un banco porque quería ser promotora de tarjetas de crédito, ahí se enfrentó con la política de que no contrataban mujeres y menos con hijos, aun cuando cubría con el perfil que exigía el puesto.
“Le entregue mi expediente y curriculum al gerente del banco quien me señaló que sobre su escritorio había una gran cantidad de ellos. Me comentó que cubría el perfil para el puesto, sin embargo, el banco tenía una política de no contratar a mujeres casadas y con hijas”, señala.
“Le dije que me contratara y que le firmaba una carta en donde me comprometía a que no me iba a embarazar. Presentó mi caso al corporativo y le señaló que la política era esa y no me contrataron”, recuerda la legisladora.
Aurora de la Luz tiene dos hijas adolescentes que son su vida y afirma por ello que primero que cualquier cosa es “ma” (madre) como le dicen sus hijas.
Ahora, después de poco más de 20 años y a la retrospectiva de aquella experiencia reconoce que la mujer ha dado grandes avances en la vida laboral, pero aún falta mucho por hacer para lograr la paridad de género, y que tomen en cuenta a las mujeres en igual condición que a los hombres en el ámbito laboral.
“Lejos de aquel tiempo, la mujer ha dado un enorme salto y se ha avanzado, pero nos falta todavía un trecho por caminar. Tenemos que lograr las mismas condiciones laborales que los hombres, salarios, prestaciones sociales y equilibrio en la vida familiar”, dijo.
La diputada panista señaló que actualmente la mujer cada vez es más profesional y ha avanzado en todos los campos, pues prueba de ello es que empieza a ocupar espacios de responsabilidad en la vida pública en los tres niveles de gobierno y en el terreno legislativo.
Ella es la única mujer política en su familia y confía en que cuando crezcan sus hijas, que ahora son adolescentes, les pueda decir que “México cambio, que el país está mejor”.
Destaca que el papel de la mujer es diverso y multiplicado, porque, en su caso, no solo es política y tiene, por primera vez, un cargo de elección popular de diputada federal, sino que también es madre y ama de casa que se encarga de los pagos, gastos y demás funciones que desempeñan las mujeres, porque ahora en México hay un gran porcentaje que son cabeza de familia.
“Un hombre que es exitoso no le preocupa si ya se pagó el agua, el predial, la luz, el teléfono, si hay leche o jamón en el refrigerador, y todavía tiene que hacer el papel de ma”, resalta.
Y es que actualmente las nuevas generaciones de jóvenes empiezan a involucrarse más en la vida familiar, por lo que confió que esa situación cambie en las familias mexicanas, y se modifique la cultura machista que tenemos aún. “Los chavos de ahora traen un chip de ayudar a su familia y de buscar la igualdad”.
Sin embargo, para Aurora de la Luz lo más importante en su vida hoy es su entorno familiar y sus hijas.
“Antes de cualquier cosa soy ´ma´ y lo considero lo más importante. No arriesgaría la adolescencia de mis hijas. Ahora que mi hija, la menor que ya cumplió 18 años tome la decisión de participar en la vida política, será su decisión”.
Finalmente, señaló que también debe haber un involucramiento de los hombres, sobre todo cuando son pareja. “se deben mejorar las condiciones de la pareja y en donde ambos estén involucrados en su presente y futuro”.