El presidente Joe Biden aumentará drásticamente el compromiso de Estados Unidos para frenar el calentamiento global, liderando nuevas promesas de países aliados en lo que espera sea una lucha de todo el planeta contra el cambio climático. “El costo de la inacción sigue aumentando. Estados Unidos no esperará”, dijo Biden al inicio de la cumbre internacional por el Día de la Tierra, que reúne por videoconferencia a unos 40 líderes, incluidos los de los rivales China y Rusia. “Tenemos que actuar, todos nosotros”, insistió.
El Acuerdo de París sobre el clima de 2015 busca limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales y en lo posible situarlo en +1,5°C, el nivel que los científicos estiman necesario para evitar los efectos más severos del cambio climático. Ese horizonte es inalcanzable con los compromisos nacionales actuales, pero Biden confía en nuevas ambiciosas metas.
Compromisos de otros países
Por su parte, Japón, tercera economía del mundo, dijo que apunta a reducir las emisiones de CO2 en un 46 por ciento para 2030, significativamente más de lo prometido anteriormente. Y Canadá anunció una baja de sus emisiones de entre un 40 y un 45 por ciento para 2030 con respecto a 2005, en lugar del 30 por ciento anterior. “Debemos actuar ahora. Porque no hay vacuna contra un planeta contaminado”, urgió el primer ministro Justin Trudeau.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cercano a Trump, fijó sin embargo el objetivo de “neutralidad de carbono” del gigante sudamericano para 2050, lo cual supondrá absorber tanto como emitir. También se comprometió a “eliminar la deforestación ilegal en Brasil para 2030”.
La Unión Europea anunció esta semana que reducirá sus emisiones de “al menos el 55 por ciento” para 2030 con relación a 1990, después de que el Reino Unido prometiera bajar las suyas un 78 por ciento para 2035 respecto a los niveles de 1990.
La canciller alemana, Angela Merkel, saludó el anuncio de Biden. “Estoy encantada de ver que Estados Unidos ha vuelto”, dijo Merkel. Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, que acogerá en noviembre una conferencia de la ONU en Glasgow con miras a mejorar el Acuerdo de París, elogió el compromiso de Biden como un “cambio de reglas de juego”.
Más presión sobre China
Biden dijo que Washington prevé duplicar para 2024 su ayuda oficial a los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático, en comparación con los niveles registrados diez años antes. El compromiso de Biden aumenta la presión sobre China, segunda economía mundial y el mayor emisor de carbono, muy por delante de Estados Unidos.
Dejando a un lado sus desacuerdos en comercio, derechos humanos y otros temas, Pekín y Washington se comprometieron hace unos días a “cooperar” sobre el clima, tras una visita a Shanghái del emisario estadounidense para el clima John Kerry, quien consideró “suicida” cualquier falta de colaboración. El presidente chino, Xi Jinping, reiteró, por su parte, su promesa del año pasado de alcanzar la neutralidad de carbono para 2060. China “seguirá un camino verde y bajo en carbono hacia el desarrollo” durante las próximas décadas y “espera trabajar con la comunidad internacional, incluido Estados Unidos”, dijo. Xi prometió que China frenará el uso de carbón, la forma de energía más contaminante, aunque se trata de un tema políticamente sensible debido a los trabajos que da la minería.
India, el tercer mayor emisor de CO2 aunque mucho más bajo que los países occidentales en términos per cápita, tampoco se propuso nuevas metas, pero prometió una nueva “asociación” con Biden para impulsar la inversión verde. Habrá que ver si Biden logrará garantizar el compromiso de Washington, dada la reticencia del Partido Republicano de Trump a acciones climáticas.
(dw.com)