
El apagón generalizado en países de Europa, que afectó a regiones de España, Portugal y Francia, dejó atónita a la población sin que hasta el momento haya un motivo claro de por qué ocurrió.
La mayoría de personas estaba trabajando, dado que la energía eléctrica se fue alrededor de las 12:30 hora local, y tras cinco horas todavía no hay una solución a la vista.
“Me encontraba en el trabajo cuando mis compañeros y yo empezamos a notar que Internet fallaba y que la caída se prolongaba demasiado tiempo. Es un día laboral y las calles estaban tan activas como cualquier otro día”, contó Cristina desde una oficina sin electricidad.
La oficinista tuvo que buscar algo de comer para sobrellevar el día, pero se encontró con que no había prácticamente insumos disponibles.
“En las primeras horas, he notado que había mayor circulación de personas por la calle, ya sea caminando, esperando el autobús o yendo a algún establecimiento a por algo de comida, ya que es una zona donde hay muchas oficinas y comercios. En mi caso, he ido a por algo de comer, pero en muchos bares se les había acabado el pan. Finalmente, he ido a un supermercado que estaba completamente a oscuras. Una dependienta me ha acompañado en todo momento para asegurarse qué productos me llevaba, los ha apuntado en un papel (para controlar el stock) y, finalmente, me ha acompañado a la caja a pagar. He tenido que pagar en efectivo. En estos momentos, muchas personas acaban su jornada laboral y tratan de llegar a sus casas. Hay problemas de tráfico en todo el país y el transporte no funciona, excepto los autobuses”, contó.
¿Cómo lidian los españoles con el apagón?
“Estaba trabajando y de hecho pensé que el apagón era a nivel del edificio, he salido y visto que no, entonces pensé que era a nivel del barrio, pero me han dicho que es a nivel europeo ¡¿Qué?!”, recordó una joven para MILENIO.
La Red Eléctrica estimó que restablecer el servicio tomará unas 5 o 6 horas más, pero aún no se informa el motivo del corte.
“Está crítico, somos repartidores y la ciudad es un caos total, no hay internet en ningún lugar. Me voy a quedar aquí quieto hasta que llegue el internet. Es mi medio de trabajo”, comentó un trabajador por aplicación.
Los españoles lamentan las pérdidas monetarias que el corte eléctrico provocará a los negocios, particularmente los más pequeños.
Reacciones al apagón:
“No podemos cerrar las puertas del local porque no hay electricidad para cerrarlas. Todos los productos que tenemos congelados se van a tirar, porque no se puede volver a congelar ni da tiempo para usarlos”, dijo el encargado de un negocio de comida.
Por lo pronto, el presidente Pedro Sánchez pidió no adelantarse en especulaciones sobre el motivo del corte, pues dijo que las investigaciones siguen en curso. Pero los españoles exigen respuestas.
“Otra clienta estaba en ese momento con el color (en el cabello) puesto y no pudo pagar porque no tenía efectivo, va a pasar mañana a pagarnos, así que sí nos ha afectado. Y las citas que teníamos por la tarde calculo que se anularán”, respondió el encargado de un salón de belleza.
Entre la incertidumbre, las teorías sobre el motivo no se hicieron esperar, por lo que el gobierno exhortó a mantenerse informado por canales oficiales.
“Es muy fuerte que por algo que pasó en otro país nos quedemos nosotros sin capacidad de sostener la situación”, comentó el encargado del restaurante. “Es un experimento para ver cómo reacciona la gente ante este tipo de cosas”, dijo el responsable del salón de belleza.
Entre la falta de internet, televisión y radio, las personas se hallan en la oscuridad de la información.
“Al principio pensé que la luz se había caído en nuestra calle. Luego escuchamos por la radio que había caído en buena parte de Europa”, comentó un joven.
¿Qué planean hacer los españoles para lidiar con el corte?
“Ya que no tenemos energía para saber qué está pasando, pero nos han dicho que entre 6 y 10 horas puede tardar en regresar el servicio”, comentó una mujer. “Volver a lo analógico, volver a lo real, al dinero real”, propuso un joven.
Ante esto, la sociedad fue testigo de la vulnerabilidad que tienen y ahora buscan nuevas formas para protegerse ante eventualidades.
“Hay que estar un poco preparado, tener provisiones de agua y alimento por las dudas. Tener algo de miedo, pero estar preparados”, comentó el dependiente del salón de belleza.
(milenio.com)