La mayoría de los latinoamericanos aceptaría exponer sus datos personales a cambio de beneficios, 68 por ciento lo haría para recibir descuentos en compras online, mientras que 62 por ciento, estaría dispuesto a hacerlo para obtener experiencias exclusivas, revela el estudio Iceberg Digital de Kaspersky, en el marco del Día Internacional de la Privacidad de Datos, este 28 de enero.
En México, sólo 22 por ciento se dijo muy preocupado por los datos personales que utilizan las empresas, según el estudio Digital Customer Trends 2020 de Deloitte. Este porcentaje bajó a la mitad, pues en 2019, 44 por ciento estaba muy preocupado por la privacidad de su información.
“Toda información publicada en las redes sociales o compartida en distintos sitios de internet corre el riesgo de caer en manos equivocadas y que sea utilizada en contra de los usuarios en el futuro”, alerta Fabio Assolini, analista senior de seguridad en Kaspersky.
Assolini advirtió de una estafa común: la clonación de cuentas de WhatsApp, la cual utiliza la información que los usuarios publican en la red voluntariamente. La clonación de cuentas de WhatsApp es una estrategia de extorsión que ha incrementado durante el último año. Cuando ocurre, el usuario desconoce que su nombre está siendo utilizado por terceros para hacer estafas entre sus contactos.
Quienes sí están preocupados por su privacidad toman algunas medidas preventivas. Según Deloitte, 54 por ciento usa un servicio de mensajería encriptada, 49 por ciento borra el historial de su navegador, e42 por ciento deja de compartir su ubicación con algunas aplicaciones y 39 por ciento elimina aplicaciones sospechosas.
Según las predicciones de Kaspersky para 2021, la privacidad del consumidor será una propuesta de valor y en la mayoría de los casos costará dinero. El aumento de la recopilación de datos durante la pandemia y la creciente agitación política que ha afectado a las plataformas digitales han generado un rápido aumento de la concienciación sobre la recopilación indebida de datos.
Además, a medida que un mayor número de usuarios busca preservar su intimidad, las organizaciones responden con productos centrados en garantizar su privacidad, que también crecerán en número y diversidad.
Aunque, por otro lado, las empresas de datos encontrarán fuentes aún más creativas -y a veces más intrusivas- para alimentar su máquina de análisis del comportamiento.
“Los datos analíticos basados en el comportamiento se han convertido en un juego peligroso. Cualquier tipo de error puede ser perjudicial para las personas, aunque la calidad real de estos sistemas suele ser un secreto comercial. Sin embargo, esto no impedirá que las organizaciones que trabajan en este ámbito encuentren formas más creativas de perfilar a los usuarios en función de lo que les gusta y hacen, para luego influir en sus vidas”, refirió.
Con la consolidación del teletrabajo, la implantación de aplicaciones de videollamadas y servicios de mensajería instantánea suponen un riesgo añadido para la protección de los datos en las empresas.
La empresa española de tecnología, Amatech Group, insiste en la necesidad de que empresas y organizaciones implementen sistemas eficaces de detección y respuesta, junto a procedimientos internos de gestión de las brechas de seguridad que les permita la salvaguarda de sus activos de información.
“La ciberseguridad corporativa sigue siendo una asignatura pendiente en muchas empresas”, destaca Nagore Garaizar, responsable de proyectos y calidad de Eurohelp.
(milenio.com)