La apreciación del dólar frente al peso no ha tenido un impacto negativo en los clientes empresariales de BBVA Bancomer, pues en la mayoría de los casos tienen un “margen suficiente” para absorber las variaciones en el tipo de cambio.
Así lo aseguró el director de Finanzas de BBVA Bancomer, Javier Malagón, quien dijo que aunque es difícil anticipar un nivel de tipo de cambio para los próximos meses, aseguró que la volatilidad en ese mercado no corresponde a los fundamentales económicos del país.
Respecto a los clientes, “a algunos les va ir bien, fundamentalmente a los que están facturando en dólares; no están teniendo ningún problema”, afirmó.
Para los clientes que dependen de importaciones en dólares, abundó, “los más de los casos tienen margen suficiente para absorber el impacto, por lo cual no hemos visto ningún segmento, ningún cliente relevante que esté afectado en su capacidad de pago por efecto de la apreciación del dólar”.
En conferencia de prensa, donde presentó los resultados del grupo financiero al segundo trimestre, el directivo indicó que existe un equilibrio, pues mientras los clientes que exportan productos tendrán más utilidades, los que no, tendrán que fondearse o absorber el alza en los costos de los pagos que tengan que hace en dólares, ya sea con su margen o con un traslado en precios, anotó.
Expuso que a nivel de banco, la posición de las inversiones se encuentra en dólares, “por lo que la volatilidad no tiene ningún impacto en nuestro negocio, hay un efecto marginal, en términos de clientes tampoco vemos mayores problemas”.
El directivo también descartó un impacto fuerte en las compañías derivado de eventuales incrementos en las tasas de referencia de los bancos centrales, pues el primer aumento se espera en 25 puntos base, “eso no le cambia nada a las empresas ni les frena su dinamismo”.
Malagón dio a conocer que BBVA Bancomer, el principal intermediario financiero del país, cerró el primer semestre del año con utilidades por 16 mil 949 millones de pesos, 3.1 por ciento más que en el periodo comparable de 2014.
En particular durante el segundo trimestre, BBVA Bancomer acumuló utilidades por ocho mil 346 millones de pesos, lo que implicó un crecimiento de 6.0 por ciento con relación a lo reportado en el mismo periodo del año pasado.
Con estos resultados, Bancomer contribuyó, en el segundo trimestre, con 38 por ciento de las ganancias generadas por BBVA a nivel global, aunque se espera que esta participación comience a disminuir de forma gradual, conforme se recuperan las operaciones en España y por las operaciones en Turquía.
Al primer semestre del año, la cartera de crédito de Bancomer llegó a 817 mil millones de pesos, 14.8 por ciento más que en el mismo mes de 2014, lo que implicó la colocación de financiamiento por 105 mil 373 millones de pesos en los últimos 12 meses.
El directivo precisó que se observó un mayor dinamismo en el crédito comercial (referente a empresas y gobierno), que en junio llegó a 454 mil millones de pesos, 22.6 por ciento de crecimiento anual, lo que significó la colocación de 83 mil 795 millones de pesos.
En tanto, precisó, el crédito al consumo (nómina, personales y auto) llegó en junio a 110 mil millones de pesos, 19 por ciento más que en junio de 2014. En particular, el crédito de nómina subió a 59 mil millones de pesos, 29 por ciento más que un año antes.
Por el contrario, señaló que el segmento de tarjeta de crédito retrocedió a 91 mil millones de pesos, 2.3 por ciento menos que en junio de 2014, lo que se explica en parte al término del acuerdo entre Bancomer y Walmart, pues si bien esto le generaba más tarjetas, éstas eran más riesgosas.
Javier Malagón rechazó por otra parte que el retraso en las fechas relacionadas a la Ronda Uno preocupe a la institución bancaria, porque este es un primer proceso del cual se aprenderá para las siguientes rondas, lo que será más atractivo para los inversionistas.
“Para los bancos mexicanos tampoco es importante eso, porque son operaciones muy competidas, mucha gente quiere estar ahí, nosotros estamos con todos los grandes clientes, lo más importante es cómo esas inversiones afectan a la economía”, indicó.
En este sentido, dijo que con las inversiones en energía se espera un mayor dinamismo en el sector minorista, más nóminas, generación de empleo, entre otros, es una cadena de producción donde los bancos mexicanos tienen una ventaja por ser locales.
“En términos de balance de nosotros no es un tema preocupante, es un poco más de las expectativas sobre México en cuanto a su potencial de crecimiento que se vuelve a dilatar un poco más en el tiempo; por sí mismo el sector energético no es un tema que nos preocupa”, puntualizó.