Madrid.- El servicio de estudios del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) elevó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de España en 2015 del 2.0 por ciento al 2.7 por ciento.
El economista jefe y el jefe de Economías Desarrolladas del BBVA, Jorge Sicilia y Rafael Doménech, respectivamente, presentaron el Informe Situación España, en el que se destaca que el PIB creció en 2014 el 1.4 por ciento y el primer trimestre de 2015 podría ser de entre 0.8 a 0.9 por ciento.
En su informe, el banco considera que el crecimiento de este año permitirá la creación de un millón de puestos de trabajo en dos años (2014-2015), y reducir la tasa de desempleo hasta el entorno del 20 por ciento (se estima en 23.7 por ciento al cierre del año pasado).
Sobre la subida de la previsión de crecimiento económico explica que se suman factores como la mayor actividad y dinamismo, la caída del precio de petróleo y la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
Al respecto, la entidad expuso que se basa en “la fortaleza mostrada por la demanda interna, particularmente de dos de sus componentes, el consumo privado y la inversión en maquinaria y equipo”, a la vez que se mantienen en buen nivel las exportaciones.
Del precio del barril de petróleo señaló que “la consolidación en niveles relativamente bajos, respecto al promedio de 2014, puede suponer un impulso significativo a la economía española en 2015 y 2016”.
“Una buena parte de la reducción en el costo del combustible tiene que ver con factores de oferta y no con una reducción en los flujos comerciales causada por una desaceleración de la demanda global”, refirió el servicio de estudios del BBVA.
“Esto implica que el impacto, en una economía importadora como la española, será positivo y significativo. El servicio de estudios de BBVA indica que el impacto en el PIB podría alcanzar los 0.7 puntos porcentuales en promedio anual durante los dos años próximos”, abundó.
En su informe, la entidad advirtió que aún hay riesgos para la economía, como la incertidumbre en los mercados financieros por decisiones monetarias de algunos países; las administraciones públicas españolas deben cumplir sus objetivos de déficit, y el desempleo debe reducirse.